El segundo panel de diálogo previo a la Bienal de Arquitectura de Guatemala 2023, abordó el acercamiento entre la arquitectura y el urbanismo como dos conceptos que, en armonía, pueden ayudar a la generación de los espacios públicos.
¿Quiénes participaron?
— Alessandra Lossau, arquitecta y socia de Urbop
— Juan Fernando Gándara, cofundador de Shoarq
— Rafael Aycinena, de Rafael Aycinena Arquitectos
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— Miguel Ovalle, arquiecto alcalde del Salcajá
— Jose Fernando Orellana, director ejecutivo de la CGC.
Derribar muros
Juan Fernando Gándara, cofundador de Shoarq, señaló que, si los edificios “encierran” y “tratan de sobrevivir solos”, con muros, no permitirá a sus usuarios interactuar, por lo que no se logrará una sinergia que puede otorgar un proyecto aledaño.
“Llevamos años pensando de qué forma poder lograr que los proyectos sean financieramente viables. La idea de los proyectos actuales es que se están rentabilizando más por la demanda del uso de los espacios públicos y los usos mixtos”, comentó.
Miguel Ovalle, alcalde de Salcajá, bajo la premisa de que es “político” y no “arquitecto”, comentó que la arquitectura es importante para propiciar los espacios públicos y que, en el ámbito político, se debe tener el apoyo de expertos en planificación y ordenamiento territorial.
“(Estos expertos) tienen que ver hacia el futuro, tienen que adelantarse mucho a lo que las personas cotidianamente viven”, dijo el alcalde, que también ha impulsado la visión de una ciudad de 15 minutos.
Por otro lado, señaló que desde el 2013, este municipio de Quetzaltenango de 12 km², inició un proyecto de recuperación de espacios públicos que permitió alcanzar los 2,5 metros de espacio público por persona. “Son espacios no solo para vivir, sino para tener una calidad de vida”, expresó.
Una ciudad para el peatón
Rafael Aycinena, de Rafael Aycinena Arquitectos, comentó que la pandemia del covid-19 aceleró muchos cambios en las ciudades y, al mismo tiempo, resurgieron muchas teorías del pasado, entre ellas, que los espacios públicos son importantes para la salud y la recreación de las personas.
Agregó que hay muchas tecnologías que están facilitando ciertos procesos en línea, pero, también, están los pedidos en línea (comida, mercancías), que inciden en cómo funciona la ciudad y los edificios. “Se tienen que atender nuevas necesidades y eso cambia el comportamiento de la ciudad”, agregó.
Por su parte, Gándara, apeló a que al transporte público de calidad y la orientación a al peatón. En esa línea, Alessandra Lossau, arquitecta y socia de Urbop, ve una oportunidad “grandísima” para la Ciudad de Guatemala: el tráfico nos va a obligar a los peatones a caminar.
“El peatón va a empezar a usar las calles, no queda de otra. Del lado privado, tenemos que provocar y aportar a estas oportunidades que, por un lado, las estamos bloqueando por los muros. Vamos a empezar a caminar más, porque nos está obligando el tráfico a eso, busquemos esas oportunidades”, dijo.
Ovalle, por su parte, comentó que, si bien no se mencionó abiertamente, había un consenso sobre reducir el uso de los automóviles particulares, priorizando la movilidad peatonal.
“Si generamos un municipio novedoso, seguro y atractivo para los visitantes, cualquier persona regresa y empieza a invertir. Se genera una derrama económica. Así, todos vamos a tener una oportunidad de tener mejor calidad de vida”, indicó el alcalde.
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