Viña del Mar, en Chile, es reconocida por su festival musical, pero también por la arquitectura moderna que posee.
En una investigación denominada Viña del Mar Moderna se aborda a cerca de la arquitectura moderna que se consolidó en las décadas de 1950 y 1960 en esta ciudad chilena.
La investigación fue realizada por Karla Silva, diseñadora UVM, junto con el historiador Daniel Briones.
Juntos levantaron el estudio de 10 inmuebles residenciales que se construyeron en torno a la planificación urbana de la ciudad balneario.
Así nace esta publicación que se materializa en una plataforma digital y un libro, ambos de libre acceso.

Arquitectura moderna
En esta investigación se presenta el análisis y contextualización histórica de Latinoamérica, Chile y el movimiento moderno.
Remontando a la época de 1930, la ciudad de Viña del Mar sobresalía por sus condiciones paisajísticas.
Se desarrollaba un plan de infraestructura urbana que la convertiría en una ciudad balneario de categoría mundial, en donde diversas obras dieran lugar a prácticas sociales, culturales y deportivas.
Hoy, al observar el borde costero de la ciudad y entendiendo el contexto de la época, se puede notar que esta idea quedó inconclusa.
Sin embargo, el movimiento moderno influyó fuertemente, complementando la visión original de la ciudad.
Esto se ve reflejado en diferentes obras de carácter público, comercial y residencial, las cuales consolidan un estilo urbanístico propio de la identidad urbana de Viña del Mar.
Se trataba de una nueva estética, en que las dimensiones se pensaron a escala humana, es decir, en función del contenido, según indica la investigadora.

Según la autora, los 10 edificios estudiados representan fielmente las principales características arquitectónicas del movimiento moderno.
Estos rescatan parte de la concepción original europea como de su versión latinoamericana que se empapa de elementos identitarios o de la naturaleza local.
Se distinguen dentro de estas características las fachadas moduladas, el uso de materiales innovadores para la época en conjunto al juego cromático, todo relacionado con un análisis desde la escala humana.
Aquí te presentamos algunos ejemplos:
Edificio Liguria – 1960
Arquitectos: Alfredo Colombo, Hugo Moletto, Federico Guevara.
Es un edificio de baja altura compuesto por cinco pisos, de corte residencial y que dialoga abiertamente con su entorno.
Presenta amplios antejardines mirando hacia el oriente, lo que establece cierta distancia con la calzada.

Edificio Copacabana – 1961
Arquitectos: Jaime Larrain V, Julian Larraín, Jaime Sanfuentes, Jaime Kulczewsky, Osvaldo Larraín E.
Es una de las obras con uno de los trabajos más interesantes de diseño estético y formal.
Con una marcada influencia del arte abstracto y del arte visual.

Montecarlo II – 1962
Arquitectos: Abrahan Schiapira, Luis Messina, Raquel Eskenazi.
Se compone de dos cuerpos edificatorios que dejan un espacio perimetral destinado a áreas verdes de uso colectivo, con acceso a un amplio patio interior desde el oriente.c
Se trata tal vez de una de las propuestas más interesantes de articulación con el espacio público.
