La crisis del Covid-19 golpeó con mayor o menor incidencia a un amplio rango de sectores, entre los que no puede escaparse el inmobiliario. La oferta y la demanda de viviendas fluctúan guiadas por la incertidumbre. Tendrán lugar, además, en un contexto en el que la pandemia cambió los hábitos y, por tanto, las características que se quieren tengan las viviendas.

La incertidumbre lleva a un atraso en las decisiones de consumo de todo tipo, no se diga en compra de vivienda. Es quizás decisión la más importante que puede tomar una familia. Si bien se dio en los primeros momentos de la pandemia, se espera la demanda vuelva a recuperarse con la desescalada.

Daniel del Pozo, responsable de Idealista/data, explicó en el foro Conversaciones con El Independiente, explicó que para el caso de España ha llegado un punto en el que la «demanda se encuentra en máximos». Mientras la demanda está en máximos, en la oferta también han cambiado las tendencias.

«Lo que hemos visto respecto a otras crisis es que se ha retirado parte del mercado y parte ha ido hacia el alquiler. La gente ha visto que no tiene esa necesidad de liquidez inmediata», comentó Del Pozo.

¿Qué características se quiere en la vivienda post Covid-19?

Las costumbres adquiridas durante el confinamiento cambiaron la forma en la que miramos el lugar donde habitamos. Si antes, la atención estaba en la ubicación, ahora el espacio y las comodidades, como jardines o piscinas, se suman a las características que se buscan en una vivienda.

Está búsqueda de casas, que suelen situarse en las afueras de las ciudades, de momento está llevando a la gente al alquiler de chalets, una tendencia que podría convertirse en compra con el tiempo, especialmente si el teletrabajo se mantiene. Sin embargo, al tiempo que esta nueva demanda existe se produce una «polarización» en el mercado. «Hay  quienes toman el camino opuesto», explicó Del Pozo.

«Lo más contactado son estudios, pisos sin dormitorios, sin ascensor y de un dormitorio en Madrid y Barcelona. Se está polarizando el mercado hacia lo que me puedo permitir. Al estar con capacidad económica limitada la gente está busca pisos pequeños», indicó.

En estos casos de ciudadanos con menor capacidad económica, para Jaime Beltrán, socio de Derecho Mercantil y Societario de Vaciero, resulta «muy atractivo desde el punto de vista jurídico el arrendamiento con opción de compra».

«Estamos viendo a quien busca salir de la ciudad e ir a zonas más rurales, pero el que se va sigue requiriendo servicios de calidad de la vida a la que está acostumbrado», agregó el experto de Idealista.

Oficinas

A la falta de servicios que impera en algunas zonas rurales y que impide el traslado automático de trabajadores se une el hecho de que algunas actividades requieren de presencia física, por lo que no pueden realizarse por teletrabajo. «Hay actividades que necesitan que la gente se reúna, por lo que la demanda de oficinas va a continuar», opinó Ezequiel Rodríguez, managing director de GIV Partners.

Así, aunque el auge del teletrabajo va a tener incidencia en el mercado de las oficinas, no representará una debacle para el sector. «Va a haber un softening (relajación) en las rentas de oficinas y, como consecuencia, en los precios», señaló Rodríguez, que cree que su duración dependerá de cuánto se alarguen la pandemia y sus consecuencias .
Otra de las consecuencias ha sido su impacto sobre los pisos turísticos, cuyos propietarios han decidido pasarse al alquiler de temporada o la venta para dar salida a estas viviendas. El confinamiento y el consecuente parón de la actividad turística ha sido el principal problema, según los expertos.
Otro de los problemas de esta crisis ha sido la imposibilidad de algunos arrendatarios de abonar sus alquileres, un aspecto en el que, las negociaciones entre ambas partes han funcionado e, incluso, se han adelantado a las medidas que ha ido poniendo en marcha el Gobierno, como es el caso de España o EE. UU.
«Hemos recomendado a nuestros clientes buscar esas negociaciones, un equilibrio de prestaciones», explicó Beltrán. Esta modalidad permite, por ejemplo, que una persona pueda evitar el pago de la renta durante unos meses o fraccionarlo en las semanas posteriores. Esto con el compromiso de continuar con el arrendamiento más allá de lo que dice contrato para que el arrendador pueda compensar el esfuerzo de brindar la facilidad.

En Guatemala

República publicó un Especial para abordar el «Día Cero», en el cual se abordó a varios especialistas para entender qué características se quieren en la vivienda post Covid-19 en Guatemala. Los expertos indicaron que las personas querrán trasladarse lo menos posible. Buscarán una ubicación, pero siempre estará presente el querer tener amenidades (jardín o un gimnasio).

Con información de: elindependiente.com

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