La Ciudad de México (CDMX) se propone la conversión de su primer autobús con motor de combustión diésel a un motor eléctrico, para darle más tiempo de vida útil y contribuir con la calidad del medioambiente.
Se estima que el autobús estará listo para marzo de 2023 y se prevé que a futuro represente un ahorro de 50.000 pesos al mes por unidad en gastos de combustible y mantenimiento.
El objetivo es parte del convenio que firmó la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (Sectei) y REMSA, una institución conformada por universidades, académicos e investigadores.
El prototipo servirá para estudiar el comportamiento de las unidades con y sin pasaje, así como su funcionalidad en distintas rutas de la CDMX, medir ahorros económicos y ambientales para determinar la factibilidad de reconvertir más en los próximos años.
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Daniel Arcos Rodríguez, encargado de la dirección general de la RTP, explicó que el proyecto de reconversión del autobús es parte de una colaboración con especialistas de universidades públicas y privadas, quienes ya desarrollaron prototipos de conversión en vehículos pequeños y uno de carga mediana.
“Se escogió una unidad Dina, modelo Linner, principalmente por dos razones: La estrecha relación que se tiene con la empresa mexicana que nos va a dar el acompañamiento durante todo el proceso de conversión y porque tiene buenas condiciones la carrocería”, señaló.
Primeros pasos hacia la electromovilidad
El proyecto de convertir el autobús modelo Dina Linner 2017 es la primera ocasión que se realiza un ejercicio de esta magnitud en la CDMX. Su logro, sería uno de los primeros pasos hacia la electromovilidad en la red de transporte de pasajeros.
“El proyecto no representa un gasto, sino que lo financia Sectei. Para este proyecto se estima un costo de 7 millones de pesos mexicanos (MX$), pero ya para otras unidades sería de MX$3 a MX$4 millones”, apuntó Rodríguez.
Una vez la unidad sea completamente eléctrica, en marzo de 2023, no será puesta de inmediato para uso con pasajeros, pues se requerirán varios estudios en materia ambiental y de seguridad.
“Este estudio nos va a permitir determinar las rutas que son más factibles para electrificar porque hay de alta y baja montaña. Vamos a ver cuál es la idónea”, agregó.
La RTP estima que solo con esta unidad reconvertida motor eléctrico se tenga un ahorro del 40 % en sus gastos de operación. Es decir, el equivalente a MX$50.000 al mes en combustible y refacciones.
También se calcula que la vida útil del autobús de diésel a eléctrico se prolongue por 20 años más, ya que esa será la medida estándar para las baterías que serán utilizadas.
Con la conversión de unidades de RTP a eléctricas, CDMX busca es potenciar este medio de transporte no contaminante.
La RTP cuenta con una flota de 1.100 unidades distribuidas en más de 100 rutas, que abarcan 83 colonias de las 16 alcaldías. Además, desde mayo de 2021, atiende el servicio emergente por el cierre de la Línea 12 del Metro.