Un esbelto y elegante rascacielos que se alza sobre todos los demás –menos uno– en la isla de Manhattan es el Central Park Tower. A poco de terminar su construcción, se coronará como el edificio residencial más altao del mundo y el segundo más alto de EE. UU.
Esta gigantesca torre, que antes era conocida como la Torre Nordstrom, tiene 472 metros de altura (frente a los 541 del One World Trade Center) y está junto al parque en el 255 West de la Calle 57. Comenzó a construirse en 2014, pero se paró en 2015 para luego continuar 2017.
Su altura máxima la alcanzó en 2019, y cuando se abra oficialmente será el 14º edificio más alto del mundo. Es una más de las llamadas «torres lápiz» que se han puesto tan de moda en los últimos años en Nueva York, caracterizadas por ser extremadamente altas y delgadas.
Lo que diferencia al Central Park Tower de otros rascacielos similares es su carácter residencial, pues de la planta 32 hacia arriba todo son viviendas de lujo, 179 en total. Son tan lujosas que el penthouse más caro tiene unos 1.600 metros cuadrados y ocho habitaciones.
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El rascacielos se eleva en 98 plantas, servidos por 11 ascensores y montacargas. En la parte de abajo hay un centro comercial y un hotel. En la web del lujoso edificio se pueden ver a día de hoy los precios de los pisos libres que todavía quedan.
Sus precios van desde US$7 millones para el más humilde de dos habitaciones hasta US$66 millones (y US$10 mil al mes de gastos de comunidad) de cinco dormitorios.