Hay espacios que nos enamoran de un vistazo y empezamos a analizar qué características son aquellas por las que tanto nos llama la atención.
La forma de los muebles, la distribución de los espacios. Todo cuenta, pero si hay un truco sencillo que seguir para crear un ambiente en el que cada centímetro cuadrado está en sintonía, es la combinación de los colores.
Hay tonalidades que parecen estar hechas para ir juntas siempre y otros que nos rompen los esquemas. El consejo es sencillo: elegir tres colores y no salirnos de ellos.
Romántico y sofisticado
Hemos visto en numerosas casa esa combinación. Es decir un color fuerte y uno suave. Con ello consigues un look sofisticado gracias a la apuesta por un color oscuro para las paredes, junto con tonos suaves o pastel.
Naturaleza
Para todos los amantes de los colores que encontramos en la naturaleza donde los verdes y marrones son los protagonistas, esta combinación es ideal para trasladar la esencia de la naturaleza a nuestro hogar.
Nórdico
Los diferentes tonos que ofrece la madera, unidos a marcos y líneas negras que enmarcan cada espacio es perfecto para seguir un estilo neoyorkino.
El color es clave
Parece una combinación arriesgada, pero no lo es en absoluto. Una buena idea es elegir colores oscuros para las paredes y colores vivos para los muebles. Otra combinación perfecta es elegir colores claros para las paredes y colores oscuros para los muebles.