En los últimos tres meses, el coronavirus ha provocado alerta en varios países, muchos han tomado medidas, como dejar de ir trabajar a las oficinas y hacer home office.

Un artículo publicado en Archdaily aborda los efectos de la pandemia y si con su expansión mundial estaremos viendo el comienzo del fin de la forma tradicional de trabajar en la oficina.

La parálisis por el coronavirus

El coronavirus se ha extendido a más de 100 países, se han confirmado 137 mil 445 casos (69 mil 779 recuperados y se ha cobrado 5 mil 088 vidas), hasta el mediodía del 13 de marzo (horario local).

También, ha sumido a muchas industrias mundiales en una parálisis, desde vuelos cancelados y cuarentenas masivas hasta interrupciones en las cadenas de suministro y los mercados financieros.

Archdaily menciona que con millones de personas en todo el mundo trabajando desde su hogar, como resultado de la pandemia Covid-19, se inició un debate sobre el futuro del trabajo, sin oficinas de por medio.

El coronavirus ha provocado que los trabajadores hagan homeoffice. Foto: Archdaily.

Home office versus oficinas

Según el reportaje de Archdaily, el coronavirus no va destruir de forma directa el concepto de trabajar en edificios de oficinas tradicionales.

Sin embargo, si ha forzado un importante experimento global de «trabajo desde casa» que, cuando todo vuelva a la normalidad, puede causar una reflexión sobre los beneficios de trabajar bajo el modelo home office.

Desde principios de febrero, millones de empleados chinos han estado trabajando desde su casa. A lo largo de febrero, 77 compañías públicas en el mercado bursátil mundial mencionaron trabajar desde casa.

Empresas como Amazon, Facebook, Google y Microsoft de Seattle trabajan desde su casa desde principios de marzo. Foto: Archdaily.

Sin embargo, aunque el coronavirus ha obligado a algunas empresas ha cerrar sus oficinas.

El numero de empleados regulares que hacen homeoffice ha aumentado un 173% desde 2005 en países como Estados Unidos.

¿Cuáles son los beneficios del home office?

El trabajo remoto tiene varios beneficios tanto para las personas como a las empresas.

Uno de ellos es que permite a las empresas hacer mejores contrataciones con pocos límites geográficos. Evita los gastos generales importantes asociados con los edificios de oficinas y suministros.

Un estudio de Stanford de 250 personas en 2017 también mostró que trabajar desde casa aumentó la productividad de los empleados en un 13.5%, redujo los días de enfermedad y mejoró la satisfacción laboral.

Desde la perspectiva de los empleados, menos tiempo y dinero para desplazarse, un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal, y una atmósfera más tranquila y productiva.

Global Workplace Analytics estima que las personas que quisieran trabajar desde casa lo hicieran a tiempo parcial, ahorrarían US$700 mil millones en todo EE. UU. entre empresas y empleados.

El home office tiene beneficios de salud, tiempo y dinero.

Nuevos modelos de trabajo

Estos cambios en actitudes y hábitos podrían ser de gran interés para arquitectos y diseñadores.

La plataforma de arquitectura ha visto cuán factible se ha vuelto compartir conocimiento, información y modelos en digital de todo el país y del mundo.

Modelos como BIM, canales de Slack o servidores remotos, han conducido a una evolución en diseños de espacios de oficina, o incluso espacios alternativos para trabajar.

Si bien la tipología tradicional de la oficina va seguir siendo indiscutible, la arquitectura interna va estar influenciada por tendencias como el trabajo remoto.

Según algunas estimaciones, el 40% del espacio de escritorio dedicado de una oficina ya no se utiliza en un día determinado.

En un futuro donde muchos empleados podrían pasar el 50% de su semana trabajando de forma remota, el diseño interior de las oficinas será cada vez más flexible.

Mientras que otros, adoptarán más tonos residenciales para crear un «hogar lejos del hogar».

Próxima revolución arquitectónica

Si las tendencias continúan, la próxima revolución arquitectónica en el diseño de oficinas puede ver la eliminación masiva de empleados de su lugar de trabajo tradicional a la posibilidad del trabajo remoto. 

Según el artículo la transición al trabajo remoto, y las consideraciones arquitectónicas para los espacios oficina fueron evidentes, mucho antes de la llega del coronavirus.

«Dicho esto, este experimento global forzado de trabajar desde casa puede ser, irónicamente, un catalizador para una relación futura más saludable entre nosotros y nuestro lugar de trabajo», concluye el artículo.

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