La crisis generada por la pandemia global del COVID-19 (coronavirus) generó un gran interés de promotoras y inmobiliarias en empresas capaces de reproducir viviendas de manera virtual.
En la era de este virus, presentar una vivienda en 3D es la única vía que tienen los agentes inmobiliarios para que un hipotético cliente pueda visitar el proyecto en el cual está interesado.
El sector inmobiliario comienza a observar a estas compañías no sólo como una opción temporal, sino como gran opción de negocio cuando acabe el confinamiento por el estado de alarma por la pandemia mundial.
El coronavirus ha golpeado al sector inmobiliario, no se diga al de vivienda. Con las restricciones es casi imposible mostrar una vivienda nueva y de segunda mano a personas que estén interesadas en comprar o alquilar.
La situación es más complicada para las empresas encargadas de construir y vender casas de obra nueva. Sus futuros compradores no pueden visitar el proyecto modelo y en muchas ocasiones acaban viendo «renders».
Ante esta situación, las empresas dedicadas a la recreación de viviendas de manera virtual, en 3D y con todo lujo de detalles han cobrado protagonismo y ganado terreno.
Solución a largo plazo
Si bien la crisis del COVID-19 ha puesto en el escaparate a estas empresas, pero no todo es miel sobre hojuelas. Si bien es una buena época de bonanza, está la interrogante si la demanda se mantendrá una vez se supere la crisis.
Para este tipo de «protech» el momento puede resultar agridulce porque el «cuento de hadas» puede finalizar, pese a que su visión es ser una opción que enriquezca el proceso de venta y no una solución de corto plazo.