Expertos en salud mental desde hace un tiempo exploran cómo la arquitectura y el diseño de interiores pueden desempeñar un papel crucial en la promoción de un estado mental positivo.
Esto debido a que el 90 % del tiempo que tienen las personas lo emplean en lugares cerrados, según un hallazgo de la Encuesta Nacional de Patrones de Actividad Humana (NHAPS) de EE. UU.
Además, el estudio confirma que los seres humanos construyen y diseñan sus espacios de acuerdo con sus necesidades, sin embargo, poco se cuestiona cómo estos pueden afectar el bienestar físico y mental.
Por ello, en el marco de la décima edición de La Feria De Diseño —que se desarrolló del 14 al 16 de septiembre de 2023 en Medellín, Colombia— la Revista Momentos publicó una nota sobre la importancia del diseño de interiores en el bienestar y la salud mental.
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En dicha publicación también se menciona un estudio de la Universidad Exeter, Inglaterra, el cual refiere que permitir que los colaboradores participen en el diseño de las oficinas incrementa la sensación de bienestar en 47 %; la creatividad en 45 % y la productividad hasta en 38 %.
Por ello es importante conocer cómo los ambientes en los que las personas viven, trabajan o se relacionan tienen un impacto profundo en su bienestar emocional y psicológico.
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Impacto del entorno en la salud mental
Angélica Pino, médica, cirujana y neuróloga de la Universidad Pontificia Bolivariana y especialista en Patología Neurológica del Hospital de Vall d´Hebron Barcelona, explicó que algunos estudios realizados en roedores han demostrado que cuando se exponen al hacinamiento, a ruidos súbitos fuertes o luces brillantes, tienen una respuesta fisiológica al estrés, que hace que se active el sistema hipotálamo pituitario suprarrenal.
Esto hace que se genere cortisol y van a activar otras respuestas como el sistema nervioso autónomo, claro ejemplo de lo que los espacios pueden generar.
Pino aseguró que es importante considerar que las cualidades estéticas de los entornos —ya sean naturales o las creadas por el hombre— siempre van a tener un gran impacto en los estados psicológicos de las personas.
“Claramente, más que el impacto psicológico hay otras variables a considerar como la parte emocional, la memoria, y otras funciones cognitivas”, indicó.
Para Liliana Gutiérrez, docente de la Universidad Pontificia Bolivariana y de los Andes, arquitecta especializada en interiorismo, todos los espacios que habitamos tienen impacto sobre nuestras emociones. El diseño de interiores, centrado en las personas, implica crear entornos que puedan satisfacer las necesidades, preferencias y bienestar de quienes los utilizan.
«Se ha comprobado que esto tiene un impacto en el comportamiento humano porque reduce el estrés, mejora la productividad, promueve la interacción social y puede generar cambios de comportamiento mejorando la calidad de vida en general”, dijo.
La arquitecta comentó que la estimulación sensorial a través de elementos como el arte, el color, las texturas y elementos espaciales únicos, pueden mejorar el compromiso y la creatividad. Desde esta óptica, el diseño de espacios adquiere un nuevo significado, profundizando en la comprensión de la salud mental como un espectro que abarca diversas dimensiones, tanto tangibles como intangibles.

El rol de la arquitectura
El arte y la arquitectura juegan un rol importante en las personas porque tienen respuestas emocionales a los objetos físicos artísticos. Es por eso que los espacios generan respuestas emocionales, físicas, fisiológicas y cognitivas.
“Para que un espacio se transforme en un auténtico refugio, capaz de disminuir los niveles de ansiedad y estrés, es esencial que este espacio nos identifique y se convierta en una extensión de nuestra propia existencia. Debemos sentir la capacidad de apropiarnos de él, esto se manifiesta a través del grado de influencia que podemos ejercer sobre los objetos y los rincones que tienen un significado personal más profundo”, comentó Daniela Tobón, neuro arquitecta, diseñadora industrial y de interiores.
De acuerdo con las expertas, la salud mental y el diseño son sólo conceptos que uniendo fuerzas pueden moldear la experiencia humana.
En un panorama donde la ansiedad y el estrés pueden dominar, la capacidad de crear espacios que promuevan la introspección, la calma y la conexión emocional puede ser esencial.
El diseño, con su potencial transformador, se convierte en un agente de cambio que puede reducir el estrés, mejorar la productividad y elevar la creatividad.