La energía solar está cada vez más de moda. La razón es que existe una demanda que está impulsando el deseo de apostar por esta tecnología, aunque a la hora de instalarla suelen surgir muchas dudas.
La primera de muchas inquietudes es cómo se almacena la energía solar, una solución que aprovecha la energía a partir del sol y es una opción de energía limpia.
¿Cómo se almacena la energía solar?
Hay dos formas de disfrutar la energía solar: de forma directa o almacenándola en baterías.
Esta segunda opción nos permitirá almacenar electricidad en baterías, pero el proceso es un poco más complejo de lo que se puede pensar. Te lo explicamos a continuación:
Debemos de utilizar baterías para almacenar la electricidad porque la energía solar es intermitente. La batería solar está compuesta por celdas electroquímicas fabricadas con silicio.
Para mejorar el rendimiento de las placas, a las células se les añade boro y fósforo. La elección de estos materiales no es casual, sino que se debe a que son capaces de captar la radiación del sol y transformarla en energía eléctrica por un sistema de corriente continua.
Las baterías almacenan la energía generada que no usamos de manera inmediata. La batería, al igual que una pila, está formada por un polo positivo y otro negativo. A través de estos polos fluye la energía, es decir: la corriente eléctrica.
Baterías para almacenar energía solar
Encontramos tres tipos de baterías:
Baterías de monoblock
Son las que se emplean en los hogares. Además, se califican como las más afines para el autoconsumo.
Las potencias de estos acumuladores son de baja o media, pero con ellas se tiene suficiente electricidad para alumbrar nuestra casa e incluso utilizar electrodomésticos de bajo consumo.
La duración de estas es menor en ciclos de carga y descarga profunda.
Baterías estacionarias
Este tipo de almacenadores de energía se pueden emplear también en los hogares, pero en casas en las que el consumo es superior.
Al tener un mayor potencial, esto también implica que el coste sea mayor, por lo tanto, el precio de la instalación aumentará.
Baterías de litio
Son las más modernas y la mejor opción para instalar en una casa o en cualquier otro espacio, ya que tienen una alta eficiencia. Otra de sus ventajas es el poco mantenimiento que necesitan.
El coste de la instalación es moderado y presentan una alta durabilidad. También en periodos de carga y descarga profunda.
La capacidad de estos componentes depende de cómo sea de alta su capacidad de descarga.
Almacenar energía solar en casa
Durante mucho tiempo ha existido el rumor de que el rendimiento de este tipo de instalaciones era muy limitado porque “no se aprovecha” bien la energía. Pero esto ha cambiado mucho.
En primer lugar, porque la tecnología de fabricación de las placas ha avanzado mucho y son más eficientes que los paneles solares de primera generación.
Por otro lado, la capacidad de las baterías también ha aumentado. En un primer momento, la capacidad eléctrica era de 214 MW y, en la actualidad, oscilan los 900 MW. Es energía más que suficiente para satisfacer las necesidades de una casa durante una noche e incluso varios días.
Actualmente, se trabaja e investiga para aumentar aún más la capacidad de estos mecanismos eléctricos.
Se piensa que para el año 2023 se llegará a los 2500 MW, según un estudio de BBVA.
Las investigaciones están encaminadas a emplear hidrógeno en la fabricación de células. Ya que es un elemento químico que permitiría una mayor capacidad de energía a partir de electrólisis.
¿Son rentables las baterías para almacenar energía solar?
La respuesta es rotunda: sí. La razón es para un mayor aprovechamiento de la energía solar y para que las placas sean rentables, debemos de instalar baterías que acumulen la energía sobrante.
Con la instalación de estos aparatos podemos aprovechar la energía hasta de noche, algo que no ocurre en las instalaciones solares que carecen de este almacenaje.
Pero una cosa debemos advertir: en función del tipo de instalación que escojamos podremos aprovecharlas más o menos.
Instalaciones no conectadas a la red eléctrica
En este caso las baterías son indispensables, ya que, de lo contrario, por la noche no tendríamos suministro eléctrico porque no estamos conectados a la red eléctrica tradicional y en las horas sin luz no tendríamos suministro.
Instalaciones conectadas a la red eléctrica
En este caso también es recomendable el uso de acumuladores de energía, porque puede ocurrir que haya momentos en los que el consumo sea superior a la generación de energía. En ese caso la electricidad extra necesaria procede de las baterías.
La durabilidad de las baterías depende del trato que le demos y del tipo de batería. Las de plomo ácido alcanzan unos 1500 ciclos y las de litio, unos 5000.
Haciendo un empleo moderado las pilas acumuladoras, la vida se alarga bastantes años, incluso sobrepasar los 15.
Es recomendable cambiar estas pilas que almacenan electricidad cuando pierde más de un 20 % de su capacidad inicial, debido a que pueden provocar averías en la red, pero, como hemos comentado, esto tarda un tiempo en ocurrir.