Todo el desarrollo y la logística previa a la elaboración de planos y que inicie la construcción de un proyecto inmobiliario debería tener un ingrediente más: la naturaleza. La vegetación es un punto al cual no se le suele dar mayor importancia, pese a que brinda muchos beneficios al entorno y las personas que habitarán el inmueble.
El paisajismo urbano es la disciplina destinada a modificar las características de un espacio, rural o urbano, y elementos vivos, como flora y fauna, y elementos abstractos, como las condiciones sociales y las culturales. La vegetación forma parte de la cultura y el entretejido social, y en una situación actual, el paisajismo urbano puede responder a problemáticas de contaminación en la Ciudad de Guatemala, de una manera holística y sostenible.
«Se pueden fomentar los encuentros al aire libre, disminuir la contaminación y oxigenar, mejorar la salud física, mejorar el bienestar emocional y aumentar la conciencia ambiental de los ciudadanos», indicó Rosalinda Bay, directora de Paisajismo Nativo, al señalar los beneficios de la naturaleza en la ciudad durante el webinar «Diseñar con naturaleza: el futuro del paisaje urbano», realizado por República Inmobiliaria, con apoyo de Mixto Listo, FERCO y Cementos Progreso.
Estudiar el paisaje
Según la Organización Mundial de la Salud una ciudad saludable es aquella que tiene al menos 10 m² de área verde por habitante. Por ejemplo, encontramos que en la Ciudad de Guatemala se calcula que hay 27 m² de área verde por habitante y en el caso de la Ciudad de México es de 1.20 m². Sin embargo, para el caso guatemalteco mucho de ese dato responde a barrancos y áreas verdes privadas.
Andrés Arana, arquitecto y cofundador de Paisajismo Nativo, comentó que recientemente en un proyecto inmobiliario tuvieron la oportunidad de llegar antes que los arquitectos e ingenieros, lo que permitió que el marketing y branding de la marca se desarrollara con base a la vegetación del lugar. «Al conocer la naturaleza podemos encontrar una riqueza inmensa de lo que nos puede proporcionar», dijo al resaltar el valor que puede llegar a tener para un proyecto el estudio del paisaje.
El beneficio de la naturaleza a la ciudad no se limita a lo social, también tiene su componente económico. Una casa o un edificio con espacios verdes, bien diseñados y planificados, aumenta entre un 25% a un 30% el valor original de la propiedad. «La vegetación ya no es ese elemento de ornamento sino que la necesitamos para vivir. Esa es una enseñanza que nos dejó el covid-19«, resaltó Arana.
El arquitecto paisajista compartió el caso de Stefano Boeri, quien propone es un bosque vertical en proyectos alrededor del mundo, como El Cairo o en el centro de París. Es decir, el urbanista italiano en sus proyectos lleva árboles al piso 20 de un edificio. Esta tendencia, ya se puede encontrar en edificios como el hotel ParkRoyal en Singapur o el Bosco Verticale en Milán, Italia.
En el caso de Guatemala, Arana explica que en Paisajismo Nativo, empresa experta en el diseño de espacios verdes, atienden una sobre demanda de proyectos inmobiliarios que se ha encontrado con el reto de repensar su oferta e involucrar espacios que generen una mejor calidad de vida en sus residentes. También, han tenido solicitudes para realizar estudios y determinar el tipo de plantas específicas que se pueden adaptar a ciertos espacios.
«La naturaleza se ha tenido que adaptar al desarrollo, y eso es fascinante porque la naturaleza es noble y se acostumbra», señaló Bay, quien destacó que si se quiere invertir en un lugar para vivir, debe tener un espacio verde donde convivan en armonía las personas y las plantas.
Dar su lugar a la vegetación
Bay reflexionó qué es lo que se hace actualmente en el desarrollo inmobiliario y cómo esto tendrá una repercusión en lo que las próximas generaciones, principalmente en lo que podrán disfrutar cuando vean por la ventana. «Quiero hacer conciencia en los constructores y desarrolladores sobre cómo pueden agregar valor al ser humano con sus construcciones», indicó.
Según la directora de Paisajismo Nativo se puede dar su lugar a la vegetación desde el área urbanística, arquitectura y desde la industria de la construcción. «Ya no como objeto decorativo, que es como lo hemos utilizado, sino de convivencia con otro ser vivo que nos dará beneficios en las construcciones», dijo al señalar si solo se está decorando o dando un valor con la vegetación.
«Estamos en una era poscovid-19 en donde tenemos que tener una conciencia de seleccionar la mejor vegetación para el edificio»
Más orgánico y silvestre
Si hace un año era tener que convencer el involucramiento de un paisajista en un proyecto inmobiliario, ahora es más claro por la necesidad de tener un espacio al aire libre y poder caminar. Arana comentó que antes se tenían «burbujas grandes donde se convivía en masas» y lo que ha dejado la situación del covid-19 es «pequeñas burbujas» en donde convivir. «Ahora en los edificios no solo se tendrá la vivienda per se sino un área verde o una oficina y todo se hará en ese lugar. En estas burbujas pequeñas mantendremos nuestras relaciones sociales e interpersonales».
La interrogante principal ahora es cómo se van a diseñar estas pequeñas burbujas en proyectos que estaban prontos a salir al mercado, pero que no ofrecían un balcón o un área verde. «Con la situación pandémica tuvieron que reformular su propuesta de valor y otorgar una mejor calidad de vida que inviertan en estos espacios», indicó el arquitecto.
Bay indicó que en Guatemala se tiene la particularidad que su clima es perfecto para promover espacios verdes o jardines con vegetación local. «Es momento de hablar de vender espacios verdes con vivienda. Todo lo contrario a lo que se vendía: un techo, cuatro habitaciones y una sala. Es momento de regresar a tener ese paisaje en las urbes, edificios y condominios«, comentó.
Al final, los expertos coincidieron que es el momento de replantear la selección de la vegetación en los proyectos inmobiliarios. «No como un elemento decorativo que puedes ser muy sintéticos o minimalista. Debe ser más orgánico y silvestre para que la naturaleza se apodere de la ciudad«, dijo Bay al señalar la importancia que tendrán las modificaciones en las viviendas al momento de la venta.
Para Arana, hay replantearse el espacio público como algo accesible, por lo que hay una migración del paisaje natural al diseño de espacios verdes y la arquitectura del paisaje. «Ahora se puede naturalizar un espacio. El bosque vertical funciona porque entendemos el entorno, las características de las plantas y contamos con la tecnología», concluyó el arquitecto paisajista.
Aquí puedes ver el webinar completo Diseñar con naturaleza: el futuro del paisaje urbano:
#RepúblicaLive | Diseñar con naturaleza: El futuro del paisaje urbano from Republica.LIVE on Vimeo.