Si bien se ha escrito mucho sobre si el sector de espacios sobrevivirá o no al covid-19, el espacio flexible no solo perdurará, sino que prosperará. Según una reciente encuesta de CBRE, realizada a 126 ejecutivos de bienes raíces globales de alto nivel, el 73% dice que el espacio flexible de oficinas será en el futuro parte de su estrategia de bienes raíces a largo plazo.
En muchos casos, estas compañías ahora planean que flex desempeñe un papel más importante en sus futuras estrategias de cartera que antes de covid-19.
¿Qué papel probablemente desempeñará el espacio de oficina flexible (coworking, oficina con servicios, suites) en su estrategia de bienes raíces a largo plazo?, fue una de las preguntas que respondió el estudio:
La incertidumbre siempre ha sido una certeza en el mundo de los negocios, pero quizás nunca más que hoy. ¿Cuándo terminará la pandemia de covid-19? ¿Cuándo se recuperará la economía? ¿Los empleados volverán a la oficina o preferirán continuar trabajando de forma remota? ¿Los empleados aún querrán vivir en ciudades densamente pobladas o preferirán más suburbios abiertos?
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Si bien muchos especulan sobre las respuestas a estas preguntas, nadie lo sabe con certeza, y puede llevar años descubrirlo.Dado esto, la agilidad que proporciona el espacio flexible y la falta de compromiso de capital deberían ser muy convincentes para las organizaciones grandes y pequeñas.
Futuro abierto de par en par
Los espacios flexibles de oficina permiten a las organizaciones aprovechar sus bienes inmuebles como un activo ágil, en lugar de uno fijo. Agile Practice Group, de CBRE, descubrió que el valor económico de la flexibilidad es en realidad mayor que el costo de un arrendamiento flexible.
Christelle Bron, líder de bienes raíces ágiles de CBRE, señala que las organizaciones que han utilizado el espacio flexible han comprobado su propuesta de valor. “El covid-19 está acelerando un cambio de paradigma inmobiliario en el que las decisiones espaciales ya no están escritas en piedra, se pueden adaptar a necesidades comerciales”, explica.
Si bien el crecimiento del segmento de espacios flexibles de oficina se ha desacelerado en parte debido a la pandemia, los proveedores que pueden adaptarse. Por ejemplo, desdensificar de manera rentable, aumentar los protocolos de salud y seguridad y ofrecer a futuro nuevos productos basados en las necesidades de desarrollo.
Además, se piensa que surgirán de este período más fuerte que antes. Los propietarios también están ofreciendo cada vez más sus propias soluciones de espacio flexible, o se están asociando con proveedores externos para satisfacer la demanda de inquilinos esperada y brindar más valor a sus clientes.
Manish Kashyap, líder de prácticas agrícolas de A&T de CBRE, comenta que a medida que los ocupantes buscan incorporar más flexibilidad en sus carteras, los propietarios reconocen cada vez más que la agilidad inmobiliaria es una tendencia a largo plazo. «Los propietarios que se adaptan rápido a las expectativas cambiantes de los inquilinos, por ejemplo, al proporcionar soluciones ‘básicas y flexibles’, estarán bien posicionados para la era posterior a covid-19″, agregó.
No es el fin de las oficinas
A pesar de la eficiencia y beneficios que ha mostrado el teletrabajo en la actual situación, no todos creen que la adopción del teletrabajo significaría el fin de las oficinas tal y como las conocíamos antes de esta pandemia.
Nicolás Cox, presidente CBRE Chile y Argentina, explica que las oficinas no solo seguirán siendo necesarias, sino parte importante en la estructura de las empresas. «Ahí se construye y define su propia identidad y donde se facilita la interacción, sinergia y desarrollo de ideas entre los colaboradores», resalta.
“Continuará siendo el corazón de la cultura de la compañía y una de las herramientas funcionales a la atracción y retención de talento, además del espacio para representar el significado de la marca, tanto internamente como de cara al cliente”, dijo.
¿Qué va a cambiar?
Para volver a este funcionamiento “normal” será necesario implementar cambios que apunten a continuar con el cuidado de la salud personal. La oficina será, sin dudas, uno de los espacios que se verá modificado, privilegiando la salud y el bienestar de los empleados y visitantes, pero ¿qué va a cambiar?
Keith Carrizo, director de project management CBRE, opina que se deberán implementar variaciones de mobiliario, su disposición y materialidad y una profundización en el uso de la tecnología.
Una de las medidas que se implementarán, tendrá que ver con la reorganización del espacio con el fin de lograr el distanciamiento apropiado y seguro entre las personas, rompiendo, de momento, con loas estaciones de trabajo en isla. Es decir, escritorios alineados uno junto al otro, pero «evitando volver a cubículos cerrados que impiden la interacción y sinergia entre los equipos”, aclara Carrizo.
A su vez, Cox cree que la oficina del futuro combinará un conjunto de elementos que van a ofrecer una nueva experiencia de uso, potenciando los conceptos de colaboración y flexibilidad, pero incorporando factores que hasta hace unos meses eran considerados secundariamente.
Cox menciona tres cambios que se podrán ver:
- Deberá tener un diseño inteligente y eficiente, para lograr mostrar los valores e historia de la marca.
- Cambios en la cantidad y distribución de personas, por lo que la flexibilidad laboral y el rediseño de espacios serán clave.
- La calidad y la pureza del aire serán fundamentales, así como la elección de materiales (superficies puras y fáciles de limpiar).
Mix equilibrado
Por otra parte, seguir igual no es una opción, tampoco se volverá al formato de los cubículos. Ni será un 100% de home office. Para Cox las oficinas deberán reinventarse, ofrecer una experiencia segura, y ser un centro de colaboración e intercambio de información. “La metodología de trabajo deberá alcanzar en el futuro un mix equilibrado entre la oficina y el home office”, expresó.
Fuente: cbre.com, elmostrador.cl