La vulnerabilidad sísmica que tiene Guatemala hace necesario una mayor organización como país para que se formulen estrategias —reunidas en un plan de acción— que permitan atender la emergencia que pueda surgir ante un eventual gran sismo.
Miyamoto Internacional, con apoyo de otras organizaciones como USAID y Global Communities, realizó tres informes que buscan ayudar a reducir la vulnerabilidad sísmica en el área metropolitana de la Ciudad de Guatemala.
Estos son parte del programa Prepare: Preparación para Reducir el Impacto Social y Económico de los Terremotos.
Cabe recordar que en el primer estudio se abordaron dos escenarios para estimar probabilísticamente los riesgos de daño físico de edificaciones, víctimas mortales y heridos en escenarios diurnos y nocturnos.
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Y en el segundo informe se evaluó el riesgo que presentan algunas edificaciones públicas críticas, en donde las escuelas son las más vulnerables.
El tercer informe titulado ‘Estudio para la formulación de estrategias ante sismos de gran magnitud en Guatemala’, se elaboró para contribuir a la comprensión de los desafíos técnicos, sociales, políticos y económicos que convergen ante un escenario sísmico.
Por ello, el Programa Prepare Guatemala tiene el objetivo de reducir la vulnerabilidad sísmica en el área metropolitana, a través del incremento de la capacidad técnica y asistencia alineadas a la política y estrategia del país para la reducción del riesgo de desastres.
Mitigación de riesgo
En este tercer documento se resalta que Guatemala es el país latinoamericano más vulnerable a los desastres y crisis humanitarias.
El alto riesgo sísmico se agrava por el peligro de deslizamientos de tierra, el desarrollo urbano acelerado y sin planificación, así como la alta densidad de comunidades informales.
Entre las conclusiones de dicha evaluación, se destaca la importancia de desarrollar un programa de mitigación del riesgo y preparación ante el escenario de un sismo de gran magnitud.
Para ello se realizaron 53 entrevistas, se consultó decenas de documentos, lo cual ha permitido identificar limitantes y fortalezas del Sistema CONRED actual.
De esto, se determinaron 36 temas específicos que son importantes para tener en cuenta en la generación de estrategias, planes, programas o proyectos que aborden el escenario de impacto de un sismo de gran magnitud en un área metropolitana guatemalteca.
En el informe se menciona que este mismo debe “ser considerado una fotografía en un momento inicial de un proceso de mayor alcance, a ser desarrollado en los próximos años”.
Además, se aclara que el documento tampoco plasma una posición de Miyamoto, Global Communities o USAID/BHA.
En algunas entrevistas se nombraron posibles soluciones o vías de trabajo. Sin embargo, queda como tarea posterior generar los debates y estudios de factibilidad para validarlas o descartarlas.
Priorización
Raúl Salguero, gerente nacional de programa de Miyamoto Internacional, indicó que de los 36 temas sistematizados en este informe, lo ideal sería atenderlos todos porque son complementarios. Sin embargo, reconoció que no es fácil.
Salguero también destacó que en la actualidad la construcción es mejor, porque se implementa la mampostería reforzada o la construcción de concreto reforzado.
Por lo que, no se esperarían colapsos masivos como los de 1976, cuando la mayoría de las construcciones eran de adobe.
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— CONRED (@ConredGuatemala) July 27, 2023
La “gran organización” que se requiere
En este tercer informe se plantea la formulación de estrategias ante un eventual sismo de gran magnitud en 36 temas específicos, como vivienda, infraestructura, rescate, reconstrucción, entre otros.
Al consultarle a Salguero sobre ¿cómo se puede llevar a cabo algunas de esas estrategias de esos temas priorizados?, indicó que la clave y el resto más grande es la gran organización que se necesita.
En el documento cada asunto planteado está estructurado para que se trabaje en una especie de grupos de trabajo por sector.
“La idea es que se tome uno de estos temas, se desglose y ojalá se convierta en un plan de acción, eso es lo que nosotros quisiéramos, pero vuelvo nuevamente, no hay una organización en Guatemala que pueda tomar el liderazgo en todo, realmente tienen que ser muchos liderazgos diferentes porque es algo muy amplio”, dijo Salguero.
Aparte, Héctor Monzón Despang, ingeniero sismorresistente, considera que se necesitan dos cosas.
Primero, que las entidades gremiales y académicas —universidades y asociaciones como AGIES o el Colegio de Ingenieros—, intensifiquen el material disponible sobre la vulnerabilidad sísmica, tanto para los profesionales del gremio como material dirigido a público en general.
Y segundo, refirió que mucho de esto es organización en el ámbito de Municipalidad. Resaltó que las comunas son autónomas, pero cada una debe tomar conciencia del riesgo.
Una forma de contribuir desde las municipalidades puede ser implementar un departamento técnico específico para contratar técnicos a diferentes niveles, para diseñar las estrategias y otros que puedan revisar el trabajo que están haciendo técnicos capacitados en la construcción como cierta supervisión.
El experto resaltó en la necesidad de dar capacitaciones a nivel medio, donde entidades como el Intecap o el Centro Educativo Técnico Laboral puedan apoyar.
Una oportunidad
Durante los estudios desarrollados por Miyamoto se contó con el apoyo del voluntariado de la Facultad de Arquitectura y de la de Ingeniería de la Universidad de San Carlos y de la facultad de Arquitectura de la Universidad Rafael Landivar.
Salguero considera que esto representa una oportunidad para que se tengan la capacidad de organizar ese voluntariado previamente, para que en el momento de una emergencia, ya sepan qué hacer.
“Creo que es una organización bien grande la que se necesita”, en la cual el sector público y privado tengan personal asignado para atender cada tema.
Refirió que los sismos es algo que siempre están presente. “Lo sabemos porque los sentimos, pero puede venir uno muy grande… es cuestión de tiempo, estemos preparados o no”, resaltó Salguero.
Los resultados
A los entrevistados en dicho documento se les solicitó evaluar del 1 al 5 qué tan preparados piensan que está el país como Sistema Conred para afrontar el escenario de un sismo de gran magnitud que sacuda el Área Metropolitana de la Ciudad de Guatemala.
El promedio de los que respondieron fue de 2,36: entre “poco” y “algo”.
La mayoría de los entrevistados opinan que está mejor que en 1976 en:
— Hay políticas públicas y más institucionalidad, y un Sistema Conred, que es perfectible.
— Existe más conocimiento y profesionales en la materia y un marco legal más robusto.
— Hay ya normativas (estructurales, NRD) que inciden positivamente, aunque de manera insuficiente en la seguridad.
— Se dispone de más tecnología y más recursos para afrontar adversidades.
— No hay un conflicto armado que dificulte el debate y la participación de todos los agentes sociales.
Pero estamos peor que en 1976 en:
— Falta un Banvi y su abanico de mecanismos financieros y sociales para atacar el déficit de vivienda y procesos de reconstrucción.
— Se percibe que existe más corrupción, así como más incapacidad de las autoridades, lo que lleva a una mayor inoperancia institucional.
— Se percibe que hay más oportunismo político, y, por tanto, menor visión de estado.
— Si bien en el 1976 era época del conflicto armado, se percibe que en el área urbana hay hoy en día más violencia/inseguridad, que afecta la cohesión social y la solidaridad.
— La infraestructura está en muy malas condiciones.
— No se siguió la recomendación de EE. UU. en el Simposio de 1977 sobre seguir el ejemplo de generar un programa nacional para la reducción de riesgo sísmico. En este se deberían generar mejores diseños, mejores prácticas y técnicas constructivas, uso del suelo, controles, técnicas de predicción y planes.
Las recomendaciones de los entrevistados al Grupo Técnico:
— Debatir sobre el contenido de este documento.
— Conceptualizar una metodología de trabajo que haga viable conjugar todas las aristas en las estrategias y planes, alineándose a los marcos internacionales y nacionales, trabajando de lo general a lo específico, convirtiéndose en la Guía de Trabajo.
— Proponer un cronograma de trabajo y organizar grupos y subgrupos de trabajo.
— Trabajar la vía institucional que permita que, el Grupo Técnico que aborde esta tarea, se convierta en una institución similar al Conavi, asesora de la SE-Conred y del gobierno.
— Invertir desde la SE-Conred en la contratación de profesionales especialistas en generación de estrategias complejas que puedan tejer todas las ideas y perspectivas sectoriales y disciplinares.
Aquí puedes leer el informe completo “Informe de evaluación estructural rápida en edificaciones de la ciudad de Guatemala”: