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Riesgos ante un sismo: Las construcciones en laderas y los materiales de mala calidad 

El daño que pueden sufrir las edificaciones durante un sismo depende de las características del diseño, la técnica de construcción, la calidad de materiales y la ubicación.

Las construcciones de viviendas en o cerca de laderas y el uso de materiales de mala calidad representan riesgos a la hora de un fuerte sismo, sin embargo, estos temas representan un reto para el país.

Por ello, luego de las dos publicaciones realizadas sobre los estudios desarrollados por la empresa Miyamoto Internacional sobre la vulnerabilidad sísmica en Guatemala, se hace necesario abordar estos factores de riesgo en la construcción de vivienda u otros inmuebles.

Según expertos, este es un problema que no existía tanto en 1976 —año en que ocurrió uno de los terremotos con más impacto—, y que se ha intensificado en las áreas urbanas.

Cabe indicar que en el terremoto de 1976 se produjeron casi 10.000 deslizamientos en zonas de alta pendiente. Esto provocó que a los 10 meses del sismo se reportaran 74 asentamientos con 20.000 familias y a los 30 meses, sumaban 126.000 familias y de ahí, llegaron a 170.000.

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Estos datos se encuentran en el tercer informe: “Estudio para la formulación de estrategias ante sismos de gran magnitud en Guatemala” que elaboró Miyamoto Internacional y otras entidades.

Cabe destacar que en el primer informe de estos se da una idea del impacto y los escenarios que se prevén luego de un fuerte sismo para la Ciudad Capital y áreas del municipio de Mixco.  

Foto: Geldi Muñoz/RI

Riesgo latente

Raúl Salguero, gerente nacional de programa de Miyamoto Internacional, indicó que debido a que el objeto del estudio fueron las estructuras, no se evaluó el tema de asentamientos a profundidad, pero sí es un factor relevante.

Aún más cuando la parte central de Guatemala, desde la frontera con México hasta El Salvador, es una zona volcánica. Los suelos tienden a erosionarse con facilidad, lo cual provoca deslizamientos. Por ello, no se debería habitar en laderas o cerca, amplió.

Ahí ya no importa tanto la estructura, prácticamente cualquiera puede verse afectada. Lo que importa es qué tan estabilizada está la ladera, y con métodos ingenieriles se puede, pero muchas veces no es viable económicamente”, recalcó.

Héctor Monzón Despang, experto en ingeniería sismorresistente, coincidió en que muchas de esas casas están bien reforzadas, pero su vulnerabilidad es que están en una ladera peligrosa.

“Lamentablemente, muchas personas han invertido todos sus recursos en hacer eso en sitios peligrosos o con la calidad insuficiente en los materiales”, comentó.

Materiales de buena calidad

Se refiere al nivel de daño que pueden sufrir las edificaciones durante un sismo, y depende de las características del diseño de la edificación, técnica de construcción y calidad de materiales. 

 

Fernando Callejas, director general de Terracon, resaltó que cuando se habla de la ubicación es algo que vuelve más vulnerable a las estructuras. Coincidió con los otros expertos sobre los riesgos que existen al construir en laderas. 

“Aquí vemos siempre dos casos: El del muy rico y el del muy pobre. Si soy rico tengo capacidad de construir en la ladera con los materiales adecuados, y en el caso contrario, estoy viviendo en ladera porque es el lugar que puedo ocupar”, señaló.

Por lo tanto, los sitios más expuestos son los asentamientos, porque las estructuras tienen una mala ubicación, así como las construcciones con materiales de menor calidad.

Callejas afirmó que para reducir los riesgos, las viviendas en laderas no adecuadas deberían de ser desocupadas. “No hay otra forma de hacerlo, porque está sobre el riesgo”, agregó.

Ejemplificó el riesgo de vivir en las laderas con los tiburones. Si uno está en la playa y los tiburones en el agua, no pasa nada, pero si uno se mete al agua se pone en riesgo. Lo mismo ocurre si se coloca la estructura en el punto inadecuado o se usan materiales incorrectos

Por ello, en opinión de Callejas, es importante buscar reducir ese peligro y la forma es evitar esos sitios y emplear materiales de buena calidad.

Monzón resaltó que se necesita más concientización y materiales educativos asequibles para el público, para tomar conciencia de los riesgos que existen a la hora de construir en áreas vulnerables.

Los asentamientos

Sin embargo, es un tema complejo de abordar, ya que según una publicación de Prensa Libre, en 2015 la ONG Techo Guatemala efectuó un censo en el departamento de Guatemala donde identificó 314 asentamientos. Mientras que Segeplan estimaba alrededor de 399 asentamientos precarios urbanos.

Incluso otro estudio de Techo se señaló que la creación de los asentamientos humanos en la ciudad capital se ubica en tres momentos: 

— Primero, por las migraciones a la capital después del terremoto que impactó a la población en 1976

— Segundo, por las migraciones producto del enfrentamiento armado interno en los años 80. 

— Y tercero, por la concentración de fuentes de empleo en la ciudad capital.

¿Qué pasa con la normativa?

El director general de Terracon señaló que otro tema relevante es el cumplimiento de la normativa para los materiales básicos de construcción como block, cemento y acero.

Sin embargo, aunque en el país existe norma, no hay ningún ente que la haga cumplir o fiscalice la calidad del material, y allí empieza el riesgo.

“Puedo comprar un block normado de una empresa formal o puedo comprar uno de la bloquera de la esquina y colocarlo. Como me puede salir bueno (bloquera de la esquina), me puede salir malo”, resaltó.


Una forma de garantizar que el producto es de calidad es que el consumidor lo haga con un proveedor conocido o verifique que sí cumple la norma vigente en el país. 

Otro punto puede ser la adecuada preparación de los materiales al momento de transformarlos, porque aunque sea de calidad, si se les aplica mucha agua se le resta resistencia.

Evidencia

Al consultarles a los expertos sobre qué tan probable es que pueda suceder algo parecido a lo de Turquía por el incumplimiento de normativa o de calidad de material, Callejas indicó que “sí se tiene cierto riesgo” en el área rural o departamentos, tal como pasó con el terremoto 7.4 grados en 2012 en San Marcos.

“Como son áreas poco habitadas o no tan densamente habitadas no hubo muchos colapsos y hubo colapsos precisamente por la mala calidad de los materiales. La mayoría de fallas que hubo fue porque había block de mala calidad y concreto en mala calidad”, resaltó.

“En Guatemala nuestra normativa para la mayoría de los edificios formales es aceptable, por lo cual los edificios tal vez no van a sufrir tanto como en Turquía, pero la mayoría de construcción informal sí puede sufrir como Turquía, sobre todo lo que sea hasta tres pisos en block puede sufrir mucho”, agregó.

Salguero refiere que es difícil saber si pasaría lo mismo que en Turquía, porque depende de la magnitud del evento. Aclaró que en Turquía fue un sismo muy intenso y superficial.

Cumplimiento de la normativa: Reto país

Los riesgos que existen en las edificaciones por incumplimiento de la normativa se dan más en lo informal, señalaron los expertos.

Salguero reconoció que aunque en el país hay normativa validada por la Asociación Guatemalteca de Ingeniería Estructural y Sísmica (AGIES) en sismo resistencia y de diseño estructural, existe un vacío en la supervisión.

Esto debido a que entre municipalidades solo se extienden las licencias de construcción y no se tiene la capacidad de hacer una supervisión por un tercero.

Agregó que en las grandes construcciones es el mismo constructor quien se encarga de brindar esa garantía del buen diseño y la buena construcción. Esto no pasa en las pequeñas construcciones.

Callejas amplió que en las municipalidades del área metropolitana se solicita más que un profesional avale lo que se está construyendo. 

Refirió que el mayor reto está en las casas, y aún más en los apartamentos, donde no es tan exigente lo que se requiere. “Ahí es cuando empieza a crecer el riesgo”, indicó.

¿Qué se recomienda?

De acuerdo con los expertos consultados y datos de una presentación realizada por Luis Álvarez Valencia, directivo del Instituto del Cemento y del Concreto de Guatemala (ICCG), en el país falta fortalecer los siguientes temas para reducir riesgos en las edificaciones ante un sismo fuerte:

— Supervisión estructural de los proyectos.

Código de Construcción para volver obligatorias las normas.

— Control sobre los materiales de construcción de producción nacional o importados.

— Que las municipalidades promuevan la capacitación media de los albañiles y maestros de obra.

— Que las autoridades competentes cumplan con exigir el cumplimiento de las normas.

— Generar conciencia en los usuarios para que exijan materiales normados con garantía de calidad, así como de los riesgos que implica construir en ladera.

 

Aquí puedes leer el informe completo “Informe de evaluación estructural rápida en edificaciones de la ciudad de Guatemala”:

Animación: Gabriel López Morales/RI

Esta es la tercera publicación de una serie de artículos relacionados con los estudios realizados por Miyamoto, con el apoyo de otras organizaciones.
Aquí puedes leer la primera parte y segunda parte:

Guatemala: Estudio revela los posibles daños de un “fuerte sismo” con escenarios para el día y la noche

Edificaciones esenciales: ¿Cuáles son y por qué es importante atenderlas antes de un fuerte sismo?