Europa destaca como el epicentro de las crisis por el brote del COVID-19 (coronavirus) ante la rápida propagación de la enfermedad en el continente. Y si bien los impactos de la paralización ya se sienten en los activos financieros, la industria de bienes raíces preocupa a Schroders.

“El impacto del COVID-19 en las economías europeas y en los mercados de Bienes Raíces se está multiplicando rápidamente”, indicó Duncan Owen, Global Head of Real Estate de Schroders.

Según Owen, los negocios vinculados a las oficinas enfrentan un complejo escenario a causa de las cuarentenas decretadas por los gobiernos, donde Londres y Amsterdam cuentan con la mayor exposición.

Londres y Amsterdam tienen la mayor exposición a las oficinas de arriendo alcanzando entre un 6% a 7% del total de la superficie de piso.

“El COVID-19 pondrá presión en proveedores de oficina de arriendo temporal toda vez que la gente siga tomando distancia social y esto provocará que algunos operadores quiebren”, indicó Owen.

Otro sector que preocupa a Schroder son los centro comerciales y entretenimientos, pues según Owen, la gestora británica ya empezó a recibir requerimiento de retailers no ligados al rubro alimenticio que buscan suspender sus pagos de renta.

“Algunas tiendas del retail y ciertos restaurantes ya se veían en aprietos antes del COVID-19, por lo que el número de insolvencias, por cierto, debiese verse incrementado. Schroders ha empezado a recibir requerimientos de retailers no ligados al rubro alimenticio que buscan suspender pagos de renta. Estamos trabajando con ellos para encontrar soluciones”, explicó Owen.

Negocios inmobiliarios

Los supermercados no se quedan al margen, pues en medio de la crisis sanitaria, la demanda por bienes básicos sugiere que dicho negocio estaría mejor preparado para enfrentar la amenaza.

Sin embargo, a juicio de Schroders, los riesgos siguen siendo elevados.

“Supermercados han visto un aumento en las ventas debido a que los consumidores han adquirido productos con la finalidad de abastecerse. Sin embargo, los supermercados han debido racionar algunos productos y es más que probable que los consumidores dejen de abastecerse una vez que haya pasado este virus”, indicó Owen.

Una opinión algo más positiva tiene Schroders respecto a los negocios inmobiliarios, ya que hasta el momento, en Europa no se han cancelado grandes proyectos.

No hemos visto que se hayan detenido grandes proyectos inmobiliarios en Europa. Pero sí esperamos que surjan retrasos, ya sea por escasez de material o debido a que los trabajadores se enfermen. Estos atrasos podrían elevar los costos y significar un menor retorno en la inversión. En el corto plazo, es muy probable que los gestores duden antes de embarcase en nuevos proyectos”, explicó Owen.

Fuente | latercera.com

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