La incertidumbre ocasionada por más de 130 días de confinamiento en Guatemala está teniendo un resultado nefasto para su industria inmobiliaria, coincidieron tres expertos que participaron en el webinar «El impacto del confinamiento en la cadena inmobiliaria«, realizado por República Inmobiliaria, con apoyo de Cementos Progreso, FERCO, Mixto Listo y Banco Industrial.
Juan Carlos Salazar, presidente de la Anacovi, señaló que los efectos del confinamiento se resintieron en la demanda, ya que la compra de una vivienda es una decisión emocional. «Se apoya en mucha lógica matemática, pero es emocional al 100%», dijo al indicar que la confianza de los consumidores ha mermado ante la incertidumbre actual.
«El mercado inmobiliario es de los primeros que se levanta ante una crisis de este tipo. No porque se venda más, sino porque la demanda se acumula y recupera el ritmo», agregó.
La incertidumbre se propagó en el mercado inmobiliario en medio de las decisiones gubernamentales, que insiste en forzar un confinamiento, a fuerza de «toques de queda» y restringir la movilización de vehículos. A las disposiciones, se sumó un sistema de alertas de casos de covid-19 (semáforo epidemiológico) que si bien «promete» una reapertura, pero está lejos de ser pronta.
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Carlos García, presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios de Guatemala (ADIG), al igual que Salazar, incluye en su opinión la palabra «incertidumbre». «No tener una línea clara en el tiempo es lo que al final de cuentas genera los mayores impactos, tanto en la demanda como oferta», dijo.
En la industria inmobiliaria, como en otras, hay una cadena de actores. En el caso de los proveedores, la poca confianza está dando lugar a una «contracción, producto del miedo» -como señala García- e incertidumbre sobre cuánto tiempo más se alargarán las medidas gubernamentales.
«Los desarrolladores cuando arrancó el confinamiento tenían proyectos en su cartera futura que pausaron durante estos meses, pero existe todavía mucho miedo. Esto al final de cuentas ha afectado al consumidor«, señaló García.
Si bien el presidente de la ADIG hace referencia a proyectos en planificación, cuando se habla de proyectos en «pie de guerra» hay números. Un estudio reciente, mencionado por el presidente de la Anacovi, señala que de un 100% de proyectos entrevistados: el 54% continúan a ritmo normal en obra (no así en ventas). El 40% continua más lento y 6% están suspendidos.
Actualmente, en el mercado inmobiliario de Guatemala, hay 190 proyectos en venta. Pero aquí cabe aclarar que existe una gama distinta de estrategias para llegar ser una oferta en el mercado: cada desarrollador decide cuándo es el «momento oportuno» para salir a venta.
Edgar Chavarría, gerente división banca personal del Banco Industrial, dio también su punto de vista sobre el efecto del confinamiento visto desde la perspectiva de la banca. Dijo que si hay algo que se requiere para el 2020 es certidumbre y confianza. «Ya no podemos seguir a la espera de lo que se diga el siguiente domingo. Si es un día más o un día menos o con horarios de trabajo restringidos. Eso ya debe terminar. Dejen trabajar«, expresó.
Incentivos para el sector inmobiliario
En el caso de incentivos, para motivar la industria inmobiliaria, Chavarría mencionó necesidades que hay en segmentos más bajos, principalmente en personas que buscan adquirir su primer vivienda. «Ya sea la tasa de interés o cualquier otro mecanismo. La mayoría de bancos, con o sin incentivo, tienen un compromiso muy estable con el segmento inmobiliario«, dijo.
Chavarria comentó que como Banco Industrial saben que el sector construcción y de vivienda son pilares para alentar a las economías, por lo cual como banco apuestan por ellos. «No veo ningún problema en apoyar todo lo que sea compra de vivienda», aseguró.
Para García, en la situación actual de crisis, todo mecanismo que genere inversión y generación de empleo, es atractivo para el mercado. «¿Que pasaría si tuviéramos un IUSI o IVA progresivo que incentive la inversión?«, cuestionó el presidente de la ADIG. «Si pueden existir incentivos que hagan que la reactivación sea más rápida. Estamos en un punto donde lo que se necesita son propuestas que hagan que la inversión siga y se multiplique», agregó.
En opinión del presidente de la Anacovi, la demanda (necesidad de vivienda) existe y hay una banca abierta a cooperar con los consumidores, -tal como lo mencionó Chavarría- pero la burocracia pasa factura a la oferta. «Mucho del problema es que no se puede alcanzar la demanda de viviendas porque hay una ola de trámites«, explicó al indicar que las ciudades necesitan regulación. «Hablo de certeza: qué si, qué no», concluyó.
¿Qué para el 2021?
Con miras a 2021, se habló sobre proyectos que hay en pipeline. Salazar mencionó que, en la ciudad de Guatemala, hay más de 120 proyectos en trámite de licencia de construcción. En fase de planificación hay 53, aunque pueden existir muchos otros que se desconocen porque están «sobre una mesa». «Actualmente, hay 99 en obra. Y son adicionales a los 190 proyectos que están en fase de venta», agregó.
Para el próximo año, aconsejó a los desarrolladores cautela y no excluir a la tecnología. «Vamos a ver un mercado muy competitivo y de calidad mundial», aseveró. Mencionó el valor de la información: tomar decisiones basado en número y no en «yo creo, yo pienso». «De la parte no controlable, pedir al Gobierno que nos deje trabajar, aunque sea bajo medidas, pero con certeza de hacia donde vamos», pidió el presidente de la Anacovi.
El presidente de la ADIG señaló que la opción pasa por quitarse al miedo a «invertir o comprar». «El miedo es la peor barrera para la toma de decisiones», resaltó al indicar que para tener un 2021 con mejores números se debe solicitar a las autoridades «certeza y agilización de los tiempos que llevan los trámites».
Del lado de la banca, Chavarría, dijo que se debe tener una respuesta más pronta, con ayuda de la tecnología. «Cuando se quite ese miedo, ya se tendrán herramientas que motiven la compra de vivienda, tal como pasa con el portal Bi-Vienda. Pero, si no nos quitan esta incertidumbre, no sé en donde podemos terminar», concluyó.
Aquí puedes ver el webinar completo: