Con abucheos y hasta algunos insultos fueron recibidos los miembros de la Junta de Alquiler en la que votaron cinco a cuatro a favor de un incremento en el costo de alquiler de los más de dos millones de viviendas de renta estabilizada en Nueva York.
El incremento será del 3,5 % en los contratos de un año y un 5 % para aquellos inquilinos con contrato de dos años. Este es el mayor incremento en casi una década.
Para Johnny Ramírez, quien lleva 29 años viviendo en un apartamento de renta controlada y está incapacitado, este aumento implicará más de US$800 al año. “Eso es mucho, eso es casi otra renta extra que hay que pagar”, expresó.
Los inquilinos ya veían venir desde hace meses un aumento, pero incluso así estaban luchando para que el golpe a sus bolsillos fuera lo menos severo posible.
“Hasta un dólar que uno tenga que pagar más, eso es mucho dinero. Es que no hay dinero”, dijo Feliciano Collado.
Otros inquilinos dicen que la situación económica no permite ningún aumento. “Es injusto porque ahora con el covid-19 la cosa se ha puesto demasiado mal”, dijo la inquilina Ylein Sánchez.
Frank Ricci, vicepresidente de Rent Stabilization Association, organización que aboga por los propietarios de edificios, dijo a NY1 Noticias que los propietarios tienen muchos gastos de mantenimiento por cubrir.
“Durante la pandemia solo se generaron programas a favor de los inquilinos mientras los dueños han tenido que seguir costeando gastos que ahora son mayores”, dijo.
El incremento se verá en los contratos firmados después del primero de octubre.