En la actualidad, la industria cementera en México arroja 620 kg de dióxido de carbono (CO2) por tonelada de cemento que produce.
Por ello, la Cámara Nacional del Cemento (Canacem) dio a conocer la Hoja de Ruta México – FICEM: Hacia una Economía Baja en Carbono, para seguir los lineamientos del Acuerdo de París o COP21 relacionados a la reducción de los gases de efecto invernadero a nivel mundial.
Con este proyecto busca reducir en 2030 a 520 kg de CO2 por tonelada, lo que significará una disminución del 17 %.
En este plan se formula el análisis sobre la «reducción de emisiones proyectadas hacia 2030, tomando como base pautas establecidas por la Academia Europea de Investigación del Cemento, y que señalan como principales indicadores al factor Clinker, al co-procesamiento y a la eficiencia energética», dijo Jaime Hill Tinoco, presidente de la Canacem.
El Acuerdo de París —un tratado internacional sobre el cambio climático adoptado por 195 países en diciembre de 2015, incluido México— busca limitar el calentamiento global a menos de 2° C por encima de niveles preindustriales.
En el marco del #75AniversarioCANACEM, presentamos nuestra #HojaDeRutaMéxicoFICEM
— Cámara Nacional del Cemento (@Canacem_Mx) March 29, 2023
Industria cementera avanza
Este es el primer proyecto desarrollado en México dentro de las denominadas ‘industrias pesadas’.
Además, se convertirá en un hito, al representar el interés de las seis compañías afiliadas a la Canacem, por sumarse a los esfuerzos para limitar el incremento de la temperatura global en comparación con los niveles preindustriales.
Con el apoyo de técnicos expertos, la Canacem tiene como objetivo reducir para 2030 la intensidad de emisión directa de CO2 en al menos 17 %, basada en las emisiones registradas en 2016.
Se espera conseguir la disminución a través de dos principales ejes de reducción:
- Aumento de la tasa de co-procesamiento de residuos hasta el 32 % proyectado al año 2030
- Reducción del contenido promedio de Clinker a un 66 % en 2030
Tres vertientes
Para Carlos Medina, presidente de la Comisión de Sustentabilidad de la Canacem, el programa se articulará bajo tres vertientes:
1) Consolidar marcos regulatorios,
2) lograr financiamiento verde y
3) fortalecer el trabajo colaborativo entre la industria, academia, clientes y gobiernos.
Esto permitirá impulsar el despliegue de los dos principales mecanismos de reducción de emisiones, vía dos rutas: el co-procesamiento de residuos en conjunto con autoridades, y la promoción de cementos y concretos bajos en carbono a nivel normativo.
Otras acciones alineadas con la Agenda 3030 y el Acuerdo de París son la rehabilitación de canteras mediante programas de reforestación; desarrollo de productos más amigables con el ambiente.
Así como la reutilización de recursos de otras industrias; generación de una cultura de inclusión; modernización de equipos para mejorar el proceso de producción y co-procesamiento.
Cifras de la industria cementera
Los socios de la Canacem suman 35 plantas dispersadas en la república mexicana, las cuales generan el 1 % del Producto Interno Bruto.
Además generan cerca de 20.000 empleos directos y más de 60.000 empleos indirectos, con una producción cercana a los 50 millones de toneladas de cemento anuales en 2022 (un aumento del 4 % en comparación con la elaboración de 2020).
Esto los ubica entre los 20 productores de cemento a nivel mundial y el segundo en América Latina, después de Brasil.
En cuanto al consumo, en México existe un crecimiento constante. Según datos de la Dirección de Análisis Económico de la Canacem, en 2022 el consumo nacional de cemento fue de 47.8 millones de toneladas.
Y en lo económico, un informe de la consultora Research and Markets espera que el mercado de cemento alcance los US$23.9 mil millones en 2025, en apoyo a la construcción residencial, comercial e industrial.