La elevada inflación en Argentina, uno de los mayores problemas macroeconómicos del país, se ha vuelto un verdadero dolor de cabeza para quienes aspiran a comprar una vivienda o quienes alquilan.
La magnitud del problema es tal, que ya se debaten alternativas en el Parlamento argentino para aliviar a los deudores hipotecarios e inquilinos.
En Argentina, donde el precio de las propiedades se fija tradicionalmente en dólares estadounidenses como referencia, la depreciación continua del peso argentino en un contexto de elevadísima inflación. Se han encarecido los costos para acceder a créditos hipotecarios y también ha complicado las condiciones de muchos asalariados para postular a préstamos.
La alta inflación representa un desafío para quien califica a un crédito, los préstamos están indexados con coeficientes ligados a la evolución de la inflación.
Este escenario explica por qué el otorgamiento de créditos hipotecarios cayó y actualmente no representan más que el 0,4 % del PIB.
A comienzos de junio, el Parlamento comenzó a analizar proyectos para dar respuesta a los problemas que afrontan personas que desde 2016 han accedido a préstamos hipotecarios indexados por inflación.
Cuando se pusieron en marcha, esos préstamos tenían una cuota que en general no superaba el monto de un alquiler. Sin embargo, desde 2018, con el fuerte aumento de la inflación, esas cuotas comenzaron a dispararse, hasta montos «impagables».
Precios versus salarios
Según datos del último informe de Relevamiento Inmobiliario de América Latina, Buenos Aires es la tercera ciudad más cara de la región para comprar una propiedad, con un precio promedio de US$2.570 por metro cuadrado.
En tanto, el salario promedio del sector privado registrado en Argentina fue en marzo pasado de 137.777 pesos (US$1.070).
También se puede leer como US$603 a la cotización del dólar financiero MEP, que resulta una conversión más realista porque el acceso al dólar en la plaza oficial en Argentina está muy restringido.
Considerando que un apartamento monoambiente tiene en promedio en Buenos Aires 32 metros cuadrados, valdría US$82.240 una propiedad de este tipo.
Un argentino con un salario de US$603 debería destinar 136 sueldos (ingresos completos de 11 años) para poder comprar una propiedad monoambiente.
Alquilar también es difícil
Con un escenario tan complejo para acceder a la compra de una vivienda, alquilar no resulta tampoco algo sencillo.
Además de las garantías a presentar y de la escasa y cara oferta de propiedades disponibles para alquilar. Los pagos también están a merced de los ajustes por inflación.
Actualmente, el Parlamento argentino está tratando un proyecto de reforma a la Ley de Alquileres, que regula, entre otros, la forma y el plazo de actualización del monto del alquiler, la duración del contrato y las garantías.
Especialistas coinciden en que la ley produjo una retracción de la oferta de propiedades en alquiler y, por ende, mayores costes de renta para los inquilinos.
En la ciudad de Buenos Aires, los altos precios impiden a gran parte de la población alquilar siquiera un monoambiente. Su opción pasa por zonas con infraestructura y servicios de menor calidad.
Según el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, el alquiler promedio de un monoambiente en Buenos Aires es de US$350, cifra que en moneda local es casi equivalente a un salario mínimo en Argentina.