Comprar una vivienda en el último piso de un edificio, es decir un ático, es una de las prioridades de los españoles, dado que estos suelen disponer de unas vistas espectaculares y cuentan con zonas exteriores en las que disfrutar del aire libre durante todo el año.
Sin embargo, como ocurre también con los pisos bajos, los áticos tienen ciertos inconvenientes, que se deben tener en cuenta si estás pensando en adquirir uno.
Por ello, el portal inmobiliario Fotocasa analiza qué aspectos debes tener en cuenta antes de comprar una vivienda en el último piso, para ver si te conviene o no, en función de tus necesidades.
Aspectos positivos de comprar una vivienda en el último piso
Las viviendas situadas en el último piso suelen ser las más demandadas de los edificios actuales, por todo lo que ofrecen:
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1. Buenas vistas y más luminosidad
Fotocasa resalta que este tipo de viviendas disponen de buenas vistas sobre la ciudad o el pueblo en el que se encuentran, algo que mejora la calidad de vida de quienes viven en ellas.
Al estar en el último piso no se tienen tantos obstáculos visuales como otros pisos que se encuentran en plantas inferiores.
Por ello, este tipo de inmuebles son mucho más luminosos, algo que contribuye a mejorar el estado de ánimo.

2. Mayor privacidad y silencio
Otro de los motivos por los que son buscados es porque ofrecen mayor privacidad, dado que no tienen vecinos arriba.
El hecho de estar más alejados de la calle también contribuye a que sus habitantes sufran menos ruidos, lo que favorece a su bienestar.
3. Disponen de zonas exteriores
Disponer de terrazas y zonas exteriores es quizás el motivo principal por el cual la mayoría de personas se interesan por los últimos pisos de los edificios, en especial de aquellos que se encuentran en las ciudades.
Y es que poder disfrutar de un espacio al aire libre sin moverse de casa no tiene precio.
Aspectos negativos de comprar una vivienda en el último piso
Fotocasa también detalla ciertos inconvenientes que debes tener presentes, para no llevarte sorpresas.
Algunos de ellos son:
1. Terrazas que pertenecen a la comunidad de propietarios
Si bien una de las principales ventajas de este tipo de viviendas es que disponen de terrazas, es importante tener en cuenta que los áticos forman parte de los edificios y, por ello, sus terrazas son comunes aunque de uso privado.
Esto significa que, aunque su uso corresponde sólo al propietario del inmueble, la propiedad es de la comunidad de vecinos, por lo que este no podrá modificar ni la estructura ni la configuración de la terraza.

2. Más mantenimiento
Las viviendas situadas en el último piso precisan de un mayor mantenimiento en las zonas exteriores. Los espacios al aire libre se ensucian más y deben limpiarse con más frecuencia.
Además, al estar más expuestos a las inclemencias meteorológicas, es más habitual que haya humedades, goteras o filtraciones que acaben afectando al estado del inmueble y que haya que subsanar.
Para su mantenimiento necesitarás disponer de tiempo y dinero.
3. Más afectadas por las temperaturas exteriores
Al estar más expuestos al frío y al calor, dado que no suelen tener viviendas colindantes ni encima, los inmuebles situados en el último piso son más sensibles a los cambios de temperatura.
Es decir, en invierno sufrirán más el frío y en verano el calor y necesitarán hacer más uso de los sistemas de calefacción y refrigeración.
Por ello, el gasto energético de la vivienda será mayor en comparación al resto de las del edificio. Además, necesitarán de un mayor aislamiento térmico.
4. Suelen ser más caras
Por ser un tipo de vivienda muy demandada, su precio de venta suele ser más elevado que el del resto de inmuebles del edificio. Entre un 30 % y un 40 % más, aproximadamente.