Las ciudades en EE. UU. donde eliminaron las tarifas de transporte público

Al menos 35 agencias estadounidenses de transporte han eliminado las tarifas en toda su red, según la American Public Transit Association.
El primer programa de transporte público gratuito en EE. UU. se inició en la década de 1970. Foto: Ashton Bingham/Unsplash

Kansas City, Raleigh, Richmond, Olympia, Tucson, Alexandria, Virginia y otras ciudades de EE. UU. prueban la eliminación de tarifas en sus sistemas de transporte, indica una nota de CNN en español.

Denver suprimirá las tarifas en toda su red este verano. Boston pondrá a prueba tres rutas de autobús público con tarifa cero. Y se espera que la ciudad de Nueva York pruebe autobuses gratuitos en cinco líneas.

De acuerdo con el medio, la eliminación de las tarifas da un impulso muy necesario al número de usuarios, elimina la carga de los costes -en especial para los viajeros con rentas más bajas- y reduce los tiempos de embarque en las paradas.

Sus defensores también esperan que obligue a más personas a dejar el automóvil y utilizar el transporte público.

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Pero muchos investigadores, funcionarios y defensores del transporte público afirman que la supresión de las tarifas no aborda el grave estado de los sistemas de transporte público en EE. UU.

Además, desvía los escasos recursos de prioridades más urgentes: el servicio y la calidad del transporte público.

Ventajas

«Una proporción muy, muy grande de residentes siente que sus vidas son más convenientes ahora que no tienen que racionar los viajes», dijo a CNN la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, que defiende políticas de transporte gratuito desde que era concejala.

«Vemos la diferencia que supone cuando se eliminan las barreras financieras para todos«, agregó.

 

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Para algunos expertos hay formas específicas de ayudar a los usuarios con rentas bajas a costearse los viajes sin forzar aún más los modelos de financiación de las agencias de transporte.

También afirman que hay políticas más eficaces para que la gente deje el auto y use el transporte público, como la fijación de precios por congestión y las restricciones de estacionamiento.

Ya que la supresión de las tarifas no hace que los autobuses sean puntuales ni que los trenes sean más rápidos y limpios.

TransitCenter, grupo de defensa del transporte público, encontró en una encuesta de 2018 de pasajeros con ingresos familiares por debajo de US$ 5.000 en ocho ciudades principales que la frecuencia, seguridad, aglomeración y confiabilidad eran prioridades más altas que la tarifa del autobús.

«La conversación sobre las tarifas gratuitas oculta cuáles son los problemas de las personas que usan el tránsito«, dijo Stephanie Lotshaw, directora ejecutiva interina de TransitCenter.

«No se presta suficiente atención al hecho de que en todos los niveles de gobierno el transporte público está muy infrafinanciado«, agregó.

Experimentos de transporte gratuito

El primer programa de transporte público gratuito en EE. UU. se inició en la década de 1970. El concepto recibió un impulso en los últimos años, cuando las zonas urbanas recurren al transporte público para reducir las emisiones de carbono y mitigar la desigualdad.

La tendencia a la gratuidad se extendió al comienzo de la pandemia, con la ayuda de casi US$70.000 millones en fondos federales de ayuda a las agencias de transporte.

Al menos 35 agencias estadounidenses han eliminado las tarifas en toda su red, según la American Public Transit Association.

El senador de Massachusetts Edward Markey y la diputada estadounidense Ayanna Pressley presentaron un proyecto de ley en el Congreso. Este busca establecer un programa de subvenciones de US$25.000 millones destinado a apoyar los esfuerzos estatales y locales en favor de sistemas sin tarifas.

Esta iniciativa se produce cuando el número de usuarios de todo el país sigue escaso después de que la gente pasara a trabajar desde casa durante la pandemia.

El número de usuarios se sitúa en torno al 70 % de los niveles anteriores a la pandemia en todo el país. Mientas que los déficits presupuestarios de las agencias amenazan con recortes de servicios, despidos y aumentos de tarifas.

Experiencia

En Boston, el número de usuarios de las tres rutas que suprimieron las tarifas creció un 35 % entre 2021 y 2022. En el resto del sistema de autobuses aumentó un 15 %.

Según las encuestas realizadas a los usuarios, el 26 % de los pasajeros de las rutas gratuitas ahorró más de US$20 al mes.

La alcaldesa Wu también dijo que los autobuses gratuitos funcionaban con más eficacia porque no tenían que parar y esperar a que la gente pagara.

Según la ciudad, el tiempo de embarque por pasajero en dos de las rutas gratuitas disminuyó un 6 % y un 23 % en la tercera.

Richmond eliminó las tarifas por primera vez en marzo de 2020 y extendió esa política hasta junio de 2025.

Los líderes de la agencia dicen que eliminar las tarifas ayudó a los autobuses urbanos a aumentar el número de pasajeros en un 6 % en 2022 con respecto a los niveles de 2019.

Una encuesta realizada entre los pasajeros antes de la pandemia reveló que el 64 % de los usuarios de GRTC en Richmond eran negros y el 79 % tenía unos ingresos familiares inferiores a US$50.000.

En muchos sistemas de otras ciudades, los viajeros con rentas bajas constituyen la mayoría y a menudo no tienen otra forma viable de ir al colegio, al trabajo o a otras citas.

Los viajeros con rentas bajas constituyen la mayoría de personas usan autobuses. Foto: Martin David/Unsplash

Sustitución de las tarifas

Los defensores de la gratuidad afirman que las agencias de transporte deben reducir su dependencia de las tarifas, que fluctúan y suponen la mayor carga financiera para los usuarios con rentas bajas.

Pero las tarifas son una fuente de financiación para las agencias de transporte. Estas tienen que compensar la pérdida de ingresos por otros medios.

Las tarifas representaron, en promedio, el 12,5 % de los gastos operativos de las agencias de tránsito en 2021, frente al 31,4 % en 2019, según la American Public Transit Association.

Esto varía según las agencias y el tipo de tránsito. Los sistemas más grandes y costosos dependen más de las tarifas para financiarse, mientras que las agencias más pequeñas dependen menos de las tarifas.

Alrededor de dos tercios de los ingresos de las agencias proceden de las administraciones públicas. De ellos, más de tres cuartas partes proceden de las administraciones estatales y locales.

Y el gobierno federal gasta mucho más en carreteras que en transporte. El 80 % del impuesto federal sobre la gasolina, que ayuda a financiar proyectos de infraestructuras, se destina a carreteras. El 20 % se destina al transporte público.

Preocupación

Aunque a algunas agencias de transporte les preocupa que las políticas de gratuidad puedan poner en peligro el futuro servicio y las inversiones en infraestructuras, la alcaldesa Wu afirmó que Boston puede lograr ambas cosas.

Los legisladores deberían invertir más en el tránsito y financiarlo como un bien público, en lugar de que las agencias dependan de las tarifas para su financiación, indicó,

De acuerdo con CNN existen otras ciudades estadounidenses que han eliminado o tienen previsto eliminar las tarifas de los autobuses.

Por ejemplo, la ciudad de Washington tenía previsto eliminar las tarifas de todos los autobuses urbanos a partir de este verano, pero se retrasó por falta de presupuesto.

Con información de: Cnnespanol.cnn.com

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