Las autoridades de Turquía detuvieron o emitieron órdenes de arresto contra unas 130 personas por su supuesta implicación en la construcción de edificios que se derrumbaron y sepultaron a sus ocupantes.
Las acciones se dieron días después de que un par de terremotos devastara el sureste de Turquía y el norte de Siria y equipos de rescatistas buscan a sobrevivientes entre los escombros.
Hasta el domingo, la cifra de muertos superó las 33.100 personas, con más de 92.600 heridos.
Aunque Turquía tiene normas de construcción que cumplen los estándares actuales de ingeniería contra terremotos, estos protocolos no suelen aplicarse. Eso explica por qué miles de edificios se derrumbaron.
Bekir Bozdag, ministro de Justicia de Turquía, indicó ayer que 131 personas están en medio de una investigación por posible responsabilidad en la construcción de los edificios.
La agencia de noticias estatal Anadolu informó que se arrestaron a tres personas para que resuelvan su situación legal en un juicio, se detuvieron a siete y a otras siete se le prohibió salir del país.
Bozdag prometió “castigar a todos los responsables” y la fiscalía empezó a tomar muestras de materiales empleados en las construcciones para utilizarlas como pruebas.
Aunque los terremotos fueron fuertes, víctimas, expertos y gente en toda Turquía culpaban a la mala construcción de haber multiplicado la devastación.
La normativa sobre resistencia sísmica en la construcción, rara vez se aplica, incluso en las viviendas más recientes y que deberían haber soportado mejor los temblores.
Además, bajo los gobiernos de Erdogan se aplicaron varias amnistías a los edificios que habían incumplido la normativa —incluida la resistencia sísmica— y se legalizó su situación a cambio de una multa económica.

Investigación de crímenes de Terremotos
Dos contratistas acusados de la destrucción de varios edificios en Adiyaman fueron detenidos el domingo en el Aeropuerto de Estambul, según la agencia privada de noticias DHA y otros medios. Los dos iban camino de Georgia, indicaron los reportes.
Las autoridades detuvieron también a dos personas en la provincia de Gaziantep acusadas de haber cortado pilares para ganar espacio en un edificio que se derrumbó, según Anadolu.
El Ministerio turco de Justicia anunció el día anterior que se formarían oficinas de “Investigación de Crímenes de Terremotos”.
Esas oficinas identificarían a contratistas y otros responsables de labores de construcción, reunirían pruebas, instruirían a expertos como arquitectos, geólogos e ingenieros y comprobarían los permisos de edificación y ocupación.
El viernes se detuvo a un contratista en un aeropuerto de Estambul antes de que pudiera embarcar en un vuelo fuera del país.
Era el contratista de un edificio de lujo de 12 plantas en la ciudad histórica de Antioquía, en la provincia de Hatay, que mató a un número indeterminado de personas al venirse abajo.
Las detenciones podrían ayudar a dirigir el descontento público hacia los constructores y contratistas y desviarlo de autoridades locales y estatales que permitieron que las obras aparentemente irregulares siguieran adelante.
Al menos 6.000 edificios se derrumbaron en Turquía, lo que genera dudas sobre si la tragedia podría haber sido menor en caso de aplicarse criterios de construcción más estrictos.