La demanda de espacio de oficinas en Europa se recuperó con fuerza el año pasado tras el covid-19, ayudando al mercado a reclamar alquileres más altos y, así, compensar en parte la corrección de precios por la subida de los tipos de interés.
En 2022 se alquilaron en el viejo continente 12,6 millones de metros cuadrados de oficinas, un 15 % más que el año anterior, cuando muchos empleados trabajaban desde casa a causa de la pandemia, según datos de la consultora Cushman & Wakefield.
Con unos volúmenes de arrendamiento muy por encima de la tendencia de los últimos 15 años, los alquileres subieron un 6,2 % en el último trimestre en comparación con el año anterior. Se trata de la tasa anualizada más fuerte desde mediados de 2008, según Cushman & Wakefield.
Las empresas inquilinas también persiguen nuevos objetivos climáticos más estrictos, lo que provocó un aumento de la demanda de oficinas ecológicas.
La oferta en este segmento es escasa, ya que el aumento de la inflación y de los costes de los préstamos disuade a algunos promotores.
Aumento de actividad
Nigel Almond, responsable de análisis de datos de Cushman & Wakefield, afirmó a Bloomberg que los ocupantes se centran en conseguir el mejor espacio de su clase en las ubicaciones más deseables para atraer y retener al personal.
“Las empresas también están interesadas en conseguir espacio en edificios que cumplan normas medioambientales más estrictas”, agregó.
El bróker detectó un aumento de la actividad en 23 de los 30 mercados europeos de oficinas de los que hace un seguimiento.
Sin embargo, el aumento de la actividad no fue suficiente para compensar un ligero incremento del espacio disponible, ya que se abrieron nuevos proyectos y algunas empresas redujeron su huella.
Según los datos de Cushman, la superficie total disponible en Europa aumentó un 0,7 % interanual, hasta los 22,6 millones de metros cuadrados.
Luxemburgo tiene el nivel más bajo de disponibilidad, con un 4,2 %. Le siguen Hamburgo, Berlín, Múnich y París.
El aumento de los costes empezó a hacer mella en la actividad constructora. En 2022 se terminaron 4,3 millones de metros cuadrados, frente a los 4,8 millones de metros cuadrados del año anterior.
La cantidad actualmente en construcción está en el nivel más bajo desde 2017, según la consultora.