Cuando los inquilinos compraron un apartamento en el edificio ubicado en la avenida Manhattan, en Brooklyn, Nueva York, no imaginaron que algo terrible pasaría.
Aunque el recinto cuenta con espectaculares vistas y elegantes cuartos, le falta algo elemental.
Gracias a la incomodidad que experimentaron por mucho tiempo, los habitantes decidieron tomar acciones por su propia mano. Y esto es lo que ocurrió.
Se trata del Eleven33, un complejo de apartamentos que se encuentra en una zona privilegiada de la metrópoli.
Cuenta con «acceso a un hermoso patio, amplias vistas de la ciudad, zonas de trabajo y de descanso, además de un gimnasio totalmente equipado», se lee en su sitio web.
Cuando recién se inauguró, los pisos con dos dormitorios se alquilaban por un promedio de US$4450 al mes.
Ver esta publicación en Instagram
Le falta un detalle clave
No obstante, ahora los residentes tienen una versión diferente de su hogar.
Algunos de ellos contaron al medio Gothamist que «por años» enfrentado problemas con el gas, lo cual significa quedarse sin calefacción.
Esta situación no es nada agradable para ellos, sobre todo ante los intensos fríos que se viven en Manhattan.
Los inquilinos se mostraron inconformes por los recurrentes problemas y, aunque recientemente la calefacción volvió a funcionar y las fugas fueron reparadas, viven con un temor constante.
Su mayor preocupación es que la situación se restablezca y propicie algún accidente, problemas de salud o, peor aún, un accidente fatal.
Marissa Manzanares, una de las afectadas, afirmó que en su hogar las constantes fugas de gas en el condominio ya hicieron efecto.
Su salud y la de su hijo se vieron afectadas últimamente: «Mi hijo tiene los pulmones fatales (…); mis pulmones han empeorado tanto». Agregó que ahora tiene que recurrir a esteroides, cuando antes solo utilizaba inhaladores para respirar mejor.
Ver esta publicación en Instagram
Sin pagar el alquiler
Como medida de presión para que los dueños del edificio resolvieran los problemas que los aquejan desde hace tiempo, los habitantes tomaron acciones.
Casi 90 vecinos, de los 210 que son en total, no pagan el alquiler desde hace varias semanas.
Eso sí, aclararon para Gothamist que temen que los administradores tomen represalias: «Tengo miedo de quedarme sin hogar», afirmó Alisson Miller, una de las afectadas.
Por eso se vieron en la necesidad de contratar a un abogado y recibir asesoría para que, al menos, se les reduzcan los costos de alquiler.
Cabe destacar que muchos de los inquilinos tuvieron que pagar con su propio dinero algunos artículos que les ayudaran a hacer más llevadera esta situación.
Algunos adquirieron detectores de gas portátiles para estar alerta ante cualquier fuga. Otros compraron ollas de cocción lenta y hasta freidoras para poder cocinar.
Sin embargo, la mayoría de ellos solo optaron por reforzar el abrigo dentro de la casa y pedir ayuda a la administración del edificio.
Ante las constantes críticas de los habitantes, los encargados ofrecieron una solución: prestarles planchas eléctricas para que puedan cocinar. También les otorgaron cenas con servicio de catering, según afirmó Marissa Manzanares al medio antemencionado.
