Como una medida para evitar que la renta de vivienda suba más por la inflación, el Gobierno español negocia elevar el tope del alquiler al 3 % en 2024.
En España, el tope de precios a los alquileres en vigor llegó para quedarse, al menos un tiempo. Primero, el Gobierno alargó la medida durante todo 2023, pero ahora negocia para extenderla también durante 2024.
El Gobierno está negociando los últimos márgenes de la Ley de Vivienda.
«Prácticamente ya hay acuerdo en el Gobierno de coalición sobre como va a resultar el texto de Vivienda, pero nos queda todavía algún elemento», dijo la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Aunque, prefirió mostrarse «prudente» hasta que pueda anunciarse el texto definitivo.
Dentro de esos márgenes o «flecos» parece estar el blindaje de los alquileres. El Ejecutivo aprobó en marzo de 2022 un límite del 2 % a la actualización del precio de los contratos de alquiler en vigor, como parte del plan de medidas para aliviar el impacto de la inflación en el bolsillo de los hogares.
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Limite temporal
Un año después, ese límite está todavía en vigor, y podría extenderse. El Gobierno quiere ganarse el apoyo de ERC y Bildu para aprobar la Ley de Vivienda.
Los dos partidos pidieron mantener este tope durante 2023 y ahora negocian extenderlo más tiempo, aunque elevando el límite del 2 % al 3 %, y parece que el Gobierno podría aceptarlo.
Según una información de El País, el ala socialista del Gobierno baraja aceptar un límite del 3 % para la revalorización de los alquileres en vigor.
Sin embargo, este tope no sería para siempre: se mantendría durante 2024, mientras se elabora un índice de precios que definiría uno nuevo. El tope, sin embargo, no afectaría a los pisos nuevos que entran en el mercado de alquiler.
«Este es uno de los temas que aun están abiertos en la negociación, se está trabajando en ello y confiamos en que pronto haya un acuerdo sobre las cuestiones pendientes», dijeron fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a Business Insider España.
Un tope que viene para quedarse
Lo que parecía una solución temporal se puede alargar durante más de un año, o incluso más.
A finales de marzo, el Ejecutivo aprobó la limitación extraordinaria de la actualización anual de la renta de los contratos de arrendamiento de vivienda.
Es decir, aquellos propietarios que tuvieran un piso alquilado, y cuyo contrato fuera a cumplir su renovación anual, no podrían subir el alquiler a sus inquilinos más de un 2 %.
Hasta entonces, la ley permitía a los propietarios que puedan subir el precio de la vivienda que tengan alquilada conforme a la subida de la inflación.
El problema es cuando la inflación subió, como ahora, y amenaza con instalarse durante mucho tiempo: esas subidas pueden convertirse en un desembolso extra de más de 500 euros, unos US$532, para el inquilino.
Inicialmente, la medida estaba destinada a durar tres meses, entre abril y junio, dentro del plan de respuesta al impacto económico de la crisis de Ucrania.
Pero la inflación continúa desbocada, y levantar el tope significaría que los alquileres podrían actualizarse con subidas de entorno al 6 %.
Hasta la entrada en vigor del tope del alquiler, muchos inquilinos vieron cómo sus rentas del alquiler se actualizaban con cifras astronómicas aparejadas al IPC. Fijar los alquileres al IPC, un índice que no deja de subir, puede dejar de ser una buena idea.