Una millonaria mujer de Florida decidió dejar su mansión de US$2.5 millones y una cuantiosa herencia a sus siete gatos persas cuando murió.
Se trata de Nancy Sauer, que vivió con sus siete felinos tras la muerte de su hijo y su esposo hasta que en noviembre de 2022, a sus 84 años, perdió la vida.
Sus deseos fueron bastante claros. Sus mascotas Cleopatra, Goldfinger, Leo, Midnight, Napoleón, Snowball y Squeaky vivieran en la mansión, y fueran cuidados y atendidos por el resto de sus vidas.
Tana Alban, amiga de la mujer, confirmó la noticia para el periódico local Tampa Bay Times. Comentó que el trato fue que la casa no se vendiera hasta que muera el último gato.
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Aunque se desconoce cuánto es la cantidad de dinero que dejó para cubrir los gastos de sus mascotas.
La directora ejecutiva de Humane Society of Tampa Bay, Sherry Silk, dijo que el dinero fue suficiente para cubrir las facturas de comida, atención médica y aseo de los gatos para toda la vida.
«Son jóvenes, sólo tienen cinco años y los persas pueden ser caros y con gustos extravagantes», dijo sobre las cualidades de los animales.

Cambio de planes
Los felinos vivieron bastante bien en los últimos meses.
Pero, una juez de sucesiones del condado de Hillsborough decidió que los siete felinos deberían ser trasladados a un lugar donde reciban mejores atenciones.
«No se debe dejar a los gatos solos en una casa grande. Me aseguraré personalmente de que podamos mantener a tantos juntos como podamos y que vayan a la casa perfecta», comentó Silk tras la determinación de la jueza.
Según el periódico Tampa Bay Times, los gatos serán dados en adopción y se buscará que la mayoría queden juntos, así como que reciban su parte «sustancial» de la herencia para cubrir todos sus gastos.
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Sin cumplir su sueño
Sauer había celebrado sus cumpleaños 84 el pasado 23 de noviembre con una pequeña fiesta con su amiga, su enfermera y sus siete mascotas.
Ese día habría externado su deseo de que los gatos vivieran en la mansión pero, tras la decisión de la juez este «sueño» no va a ser posible.
Este caso es similar al de Trouble, el perro que heredó un fondo fiduciario de US$12 millones de su dueña Leona Helmsley. Una importante baronesa inmobiliaria que logró vender una propiedad hasta en US$170 millones.
El perro recibió los US$12 millones en 2007, pero un año después un juez de Manhattan decidió que el fondo sería reducido a US$2 millones y el resto del dinero sería destinado a la caridad.
El juez determinó dicha acción bajo el argumento de que era «suficiente dinero para pagar el mantenimiento y bienestar de Trouble con los más altos estándares de atención durante más de 10 años».