Varios países y ciudades del mundo están tomando medidas para frenar el descontrol en el mercado de los alquileres temporarios.
Airbnb presentó una demanda contra la ciudad de Nueva York, en EE. UU., ante una nueva ley que la empresa considera una «prohibición de facto» de los alquileres temporarios, y que pone en peligro los ingresos anuales por US$85 millones que recibe la plataforma de alojamiento compartido.
La Ley Local 18 de la ciudad de Nueva York, que entró en vigor en julio, dictamina que los residentes de la ciudad que deseen alquilar una habitación o apartamento se registren primero en la Oficina de Ejecución Especial (OSE) del ayuntamiento y garanticen el cumplimiento de lo que Airbnb llama «el complejo laberinto de normativas en diferentes códigos legales que rigen los alquileres a corto plazo».
Para aquellos que no cumplan con la ley estarán sujetos a una multa civil de hasta US$5.000 por cada infracción.
Suscríbete a

Al borde del cierre
Dan Wasiolek, analista senior de Renta Variable de Morningstar Research Services, que cubre alojamiento y viajes en línea, señala que Airbnb parece estar al borde del cierre en Nueva York, donde hay 20.000 apartamentos y casas registrados en su plataforma.
Hasta hace un mes, la ciudad solo había aprobado nueve registros de alquileres a corto plazo, lo que representa menos del 0,04 % de los anuncios activos que se han reservado al menos una vez desde principios de año.
«Nueve es una cifra ridícula», dice Wasiolek. Agregó que el hecho de que solo una fracción del 1 % de los listados de Airbnb haya obtenido verificación oficial indica que la ley es extremadamente restrictiva.
Esta no es la primera vez que Airbnb se enfrenta a este tipo de batallas legales. En los últimos 16 años, los principales mercados, incluyendo Tokio, Miami y París, han regulado los alquileres a corto plazo, lo que derivó en una compleja espiral de leyes.
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida de Andrews Organization (@andrewsorganizationinc)
Florencia se suman a controles de alquileres temporarios
El municipio de Florencia, uno de los principales destinos turísticos de Italia, anunció que prohibirá el uso de propiedades residenciales para servicios de alquiler a corto plazo, como Airbnb, en su centro histórico.
No es la primera ciudad europea que toma medidas contra la compañía, cuyos efectos se notan en el mercado de alquileres residenciales en varias partes del mundo.
«Sabemos que es una ley jurídicamente audaz, pero estamos seguros de poder defenderla en los tribunales. Si no tratamos de tomar acciones políticamente innovadoras, nadie se moverá. Estamos cansados; de promesas, este problema se ha vuelto estructural», declaró el alcalde Darío Nardella.
El objetivo es fomentar la vivienda en el centro histórico de Florencia, una zona designada por la Unesco como patrimonio de la humanidad y que sufre el vaciamiento de la población, una realidad común a muchas zonas turísticas de Italia y el resto del mundo.
Según el alcalde, la nueva norma no tendrá carácter retroactivo, sino que prevé incentivos fiscales para los propietarios que «quieran colaborar y volver atrás» en el destino de sus inmuebles, como la exención del impuesto a segundas residencias, que hoy ronda los 2.000 euros por año para un apartamento mediano en el centro histórico.
La medida anunciada por el Ayuntamiento de Florencia anticipa un proyecto en discusión por parte del Gobierno italiano, que promete un paquete de acciones para frenar los alquileres de corta duración en las próximas semanas.
Ciudades de todo el mundo culpan a la popularización de Airbnb y servicios similares por la despoblación de sus centros históricos.
Con el aumento de la oferta de propiedades para turistas, disminuye el número de residencias para contratos de larga duración, lo que eleva los precios de alquiler y obliga a los residentes locales a buscar regiones más baratas y alejadas.
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida de MD Squared Property Group (@mdsquaredpg)
Alquileres temporarios que afectan a Buenos Aires
En Argentina, el oficialismo presentó un proyecto de ley a nivel nacional para regular esta actividad.
Debido a que resulta casi imposible encontrar un apartamento, una casa o un PH en Buenos Aires, La Plata o Córdoba. Ni hablar en Mendoza o Salta, y que, además, se pueda abonar en pesos, ya sea para una familia o para un particular.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), existen más de 15.000 propiedades destinadas al alquiler temporario. Los propietarios prefieren utilizar este formato, ya sea publicando en plataformas como Booking o Airbnb, o a través de inmobiliarias y portales locales, ya que prefieren recibir el pago en dólares.
Hay varias razones que explican por qué miles de propietarios no desean destinar sus inmuebles al formato tradicional, con contratos a tres años y ajustes interanuales.
Expertos sostienen que el alquiler temporario es un fenómeno que avanza a pasos agigantados en las principales ciudades de todo el mundo.
Sin embargo, la contraparte de la oferta de más de 15.000 apartamentos para alquiler temporario en CABA es apenas de 1.000 para alquiler tradicional.
Desde el sector atribuyen la escasez de propiedades para alquilar a la polémica Ley de Alquileres sancionada en julio de 2020, la cual derivó en una caída de la oferta, ya que los propietarios no desean destinar sus inmuebles al alquiler tradicional debido a la poca rentabilidad que dejan y al aumento de los impuestos que deben afrontar.