La incertidumbre golpeó los métodos más comunes de la inversión inmobiliaria. Sin embargo, un desarrollador inmobiliario en México propone un nuevo modelo de negocio que se proyecta como una opción en tiempos de crisis. Su nombre en KIVA y se especializa en ofrecer activos patrimoniales con «alto rendimiento y bajo riesgo para sus inversionistas».
La clave está en el modelo de negocio, lo llaman «pool de rentas». Bajo la figura de fideicomiso, el inversionista se convierte en socio del proyecto y cuenta con un porcentaje de participación del desarrollo, por lo que recibirá una renta mensual equivalente a dicho porcentaje, con base en las unidades rentadas.
“A diferencia de otros métodos de inversión, en el que el porcentaje de retribución es de 3 a 4% anual, en KIVA fluctúa entre 8 y 10%, más el valor de la plusvalía. Da como resultado rendimientos compuestos de entre 16 y 18% anual”, asegura Jaime Flores, director general de KIVA.
El modelo de KIVA permite los inversionistas convertirse en socios con una cifra que se ubica en $1 millón (cerca de Q385 mil).
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La oferta de KIVA
La oferta de proyectos de KIVA se divide en tres líneas: plazas comerciales, ubicados en Jalisco y Querétaro; proyectos mixtos y parques industriales. Actualmente, cuenta con 22 proyectos en operación, siete en construcción y 13 en planeación.
“Los proyectos de KIVA siempre contarán con dos componentes de rendimiento: rentas y plusvalía. Este último es el más importante, pues es el punto clave al momento de invertir en bienes raíces”, explica Flores.
Al año, KIVA se encarga de revisar más de 800 predios en busca de las mejores ubicaciones. Luego, elige entre tres o cuatro, para así asegurar el resultado de la más alta calidad. Una vez establecido el tipo de desarrollo, se abren las puertas a los inversionistas para que conozcan a detalle el concepto y giro, y garantizar la decisión correcta.
Cada aspecto es revisado, desde el diseño y calidad de construcción hasta qué marcas estarán en el inmueble, ya que deben cumplir con las necesidades de servicio de la zona para aumentar la afluencia y rentabilidad.
KIVA queda como socio en cada uno de los desarrollos, para velar por el interés común con los inversionistas. Más de 700 socios han comprobado este modelo de inversión, lo que permite vislumbrar que la cifra irá en aumento.