Antes del covid-19 llegara, ya era un hecho que la salida inmobiliaria de muchos locales comerciales resultara cada vez más complicada. Esta dificultad originó el interés por convertir un local en vivienda, una práctica más acentuada como consecuencia de los cierres que se están produciendo en el mercado.
Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria, advierte que no es lo mismo la transformación de suelo terciario en vivienda, que la reconversión de un local en vivienda. «Es una práctica que últimamente se está extendiendo mucho entre los compradores, pero que tiene sus dificultades y riesgos», comenta.
Entre otros, el espacio debe cumplir con el reglamento urbanístico del ayuntamiento (en el caso de España). A partir de aquí es necesario lograr una cédula de habitabilidad. Requisitos que no son comunes donde influyen las dimensiones mínimas, ventilación, luz y salida de humos, entre otros factores técnicos.
“El cumplimiento de estos requerimientos es lo que en ocasiones complica y ralentiza estas operaciones, porque lo que no se puede es vivir en un local comercial y a menos que cuente con la cédula de habitabilidad no será posible utilizarlo como residencia, ni venderlo como vivienda”, apunta Duque.
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Ventajas y dificultades
Estudios apuntan a que quizás el 40% de los locales comerciales estén disponibles en los próximos meses, entrando a formar parte de la oferta inmobiliaria aquellos que cumplan las condiciones para poder convertirse en vivienda. No obstante, para Alfa Inmobiliaria, el hecho de convertir un espacio comercial en vivienda conlleva una serie de ventajas, pero también inconvenientes.
Ventajas
- El metro cuadrado del suelo terciario se sitúa entre un 10% y un 20% por debajo de inmuebles en ubicaciones similares.
- Alto índice de rentabilidad de hasta un 10% en muchos casos.
- En ocasiones, de un local comercial se pueden extraer varias viviendas.
- Posibilidad de diseñar una casa singular.
- Incremento de oferta en localizaciones premium.
Inconvenientes
- Está prohibido vivir en un local comercial.
- Es necesaria la cédula de habitabilidad para utilizarlos y comercializarlos como vivienda.
- Los estatutos de la comunidad de propietarios no deben contemplar la prohibición de convertir un local en vivienda.
- Los trámites burocráticos se pueden alargar más de 15 meses.
- Suelen ser bajos con poca luz y escasa ventilación, que requieren gran inversión en reforma.
Para agilizar los procesos y los distintos trámites burocráticos que conllevan estas operaciones, es recomendable contar con asesoramiento inmobiliario profesional y el respaldo de un arquitecto que garantice la viabilidad del proyecto.
El perfil del comprador de estos locales responde a inversores y a personas que buscan espacios más amplios a precios más ajustados y profesionales que en muchos casos incorporan en su vivienda un ambiente para ejercer su actividad profesional.
Leído en: fotocasa.es
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