La directora comercial de Idea Central, Manola Flores, habló con República Inmobiliaria sobre los proyectos nuevos esperan lanzar al mercado este año y un logro a alcanzar será superar la inversión que hicieron en 2021 de US$72 millones.
La inmobiliaria y desarrolladora apostará principalmente por los proyectos de logística y residencia (apartamentos), entre ellos, su segundo proyecto Airbnb luego de que el 80 % del proyecto Brunelo se vendió en tres meses.
Idea Central comenzó como inmobiliaria desde 1999, luego de unos años se diversificó y a partir del año 2004 comenzó a desarrollar proyectos específicos para inversionistas. Ahora, con 23 años de trayectoria, su portafolio desarrollado incluye 12 proyectos de vivienda / comercio y ocho proyectos industriales.
¿Cómo considera que fue el 2021 para la industria inmobiliaria y el sector construcción?
— El sector construcción es uno de los sectores que ha sostenido al país, aparte de las remesas y sectores conocidos. Todo a pesar de la pandemia. Estamos en un sector que es una necesidad básica. La necesidad de vivienda sigue vigente. También está la necesidad de tener una clínica, una oficina o una bodega. Incluso, cambió la demanda de sectores.
El mercado de logística a raíz de la pandemia creció porque mucho del comercio se volvió comercio en línea. Muchas empresas se vieron en la necesidad de tener espacios de bodegas con áreas de almacenaje más grande para producto que deben tener en ‘stock’ (existencia).
El sector residencial también creció mucho. Muchos clientes con los que hablé pasaron de rentar a adquirir su vivienda. En la pandemia, muchos gastos superfluos se redujo y las personas tuvieron una capacidad de ahorro que les permitió reunir un enganche. Para el sector construcción e inmobiliaria el 2021 fue un excelente año.
¿Qué factores pueden favorecer que se mantenga la senda de recuperación en el sector inmobiliario durante 2022?
— Nos puede ayudar mucho la Municipalidad de Guatemala por el tema de las licencias de construcción. Es algo que siempre recalcamos: un edificio crea alrededor de 5 mil empleos director e indirectos. Entre más ágil sea el proceso del otorgamiento de licencias de construcción más se va a querer construir.
Nos favorece también el apoyo de los bancos. Como Idea Central nos hemos sentido apoyados, principalmente en temas de tasa de interés. Ello permite que nuestros clientes se ‘lancen al agua’ porque las tasas de interés son muy atractivas, cerca del 6 % en dólares.
¿Considera que la crisis de suministros y los precios de materiales de construcción es un factor que debería tenerse en el radar?
— Si hubo un alza muy alta en el valor de los contenedores en 2021. Un contenedor que nos podía costar de US$4 mil a US$6 mil subió hasta US$20 mil. Pero luego, también los mercados reaccionaron, encontrando alternativas. El precio de los contenedores en respuesta empezó a bajar, llegando alrededor de los US$11 mil.
Nosotros estamos seguros de que eso se volverá a nivelar. Si bien se incrementó mucho el costo de las importaciones que traíamos de España, hubo mercados como México o Brasil que empezaron a abastecernos. Siempre hay otras alternativas para los acabados. Cuando vimos dificultades para traer algo de Europa empezamos a comprar a EE. UU., siempre vemos alternativas.
Muchos en la industria no pensaron ‘como está caro el precio de los contenedores no voy a construir la obra’, al contrario, buscaron alternativas y encontraron soluciones. Bajo esa creencia, seguimos trabajando y pudimos entregar dos proyectos (Casas Clara y Casa Acueducto), con atrasos mínimos de tres meses. Encontramos alternativas y pudimos entregar a tiempo, siempre bajo lo que habíamos prometido.
Un estudio de CABI habla de que la huella económica del desarrollo y la construcción inmobiliaria superó los US$151 millardos en 2020. Esa cifra habla mucho del peso que tiene la industria en la economía local…
— En 2021, la inversión que Idea Central hizo fue de US$72 millones que incluyen una mezcla de proyectos. Lanzamos dos proyectos de vivienda (Casa Roble y Brunelo), un proyecto de clínicas médicas (Prospere 14) y cuatro proyectos industriales.
En el 2022, tenemos pensado cuatro proyectos industriales y dos proyectos de apartamentos, que están a la espera de sus licencias de construcción para salir a la venta. Este año tenemos una inversión un poco arriba del año pasado. Nosotros vamos a invertir más en 2022 de lo que invertimos en 2021 (US$72 millones).

¿Cree que ya se superó la incertidumbre que generó la pandemia y que el 2022 será el año de un repunte mayor al 2021 en el sector inmobiliario?
— Es una nueva normalidad en la que estamos. Ya nos adaptamos a la pandemia, no como al principio y cuando se cerró el país por 15 días. El año pasado la gente empezó regresar a la normalidad y la gente en 2022 ya vive en esta nueva normalidad. Y no solo pasa en Guatemala, también sucede a nivel mundial. Y así también pasa con las inversiones.
Nosotros en octubre pasado lanzamos nuestro primer proyecto Airbnb (Brunelo), que tiene 220 apartamentos. Orgullosamente, vendimos el 80 % del proyecto en tres meses. En Guatemala, el Airbnb es algo relativamente nuevo y nosotros apostamos a ello. Los inversionistas y nuestros clientes respondieron, y también les apostaron a ellos.
¿En 2022, qué se puede esperar de Idea Central? ¿Tienen algún proyecto que sea disruptivo para la industria, como lo fue Brunelo?
— Tenemos proyectos en logística que decidimos colocar en diferentes sectores. El primero está en Amatitlán, con bodegas de 1.500 metros. En Palín y Carretera al El Salvador también tendremos otros dos, que son otros puntos de logística.
Carretera a El Salvador se volvió un punto interesante para la logística porque Guatemala ha ganado trascendencia para el mercado centroamericano. Aquí se produce mucho producto local de su interés y también los podemos hacer llegar al resto de Centroamérica. También tendremos un proyecto de bodegas (en el km 33) que solo estará en renta, con bodegas de 800 metros que se pueden unificar hasta convertirse en bodegas de 2.000 metros.
En el caso de vivienda, tenemos tres proyectos. Casa San Ignacio será un proyecto de apartamentos tipo Airbnb que se desarrollará en la zona 10. El proyecto Casa Toure se desarrollará en zona 14, con uno y dos apartamentos. El otro es Cagliari que vamos a desarrollar también en zona 14, tendrá dos y tres dormitorios.
Uno de estos proyectos, Casa San Ignacio, será Airbnb que, como comenté, Brunelo, que lanzamos el año pasado, nos fue muy bien. Por eso es que vamos a lanzar un segundo proyecto Airbnb.
Me comentó que en 2022 Idea Central espera invertir más que en 2021, ¿a cuánto podría ascender esa inversión?
— La inversión en 2022 está muy cerca de los US$85 millones. Todo también depende de que tan rápido se obtienen las licencias de construcción. Si nosotros logramos obtener rápido los permisos de construcción, salimos igualmente de rápido con los proyectos.
Los proyectos para este año, ¿tiene planificado que salgan en el primer o segundo semestre de 2022?
— Una porción de los proyectos saldrá en primer semestre y el resto en el segundo semestre del año. Vamos a empezar con los proyectos de logística, que son los que tienen la mayor demanda. Luego, en el segundo semestre, con los proyectos de residencia.
Idea Central ya cumplió 23 años y se acerca cada vez más su aniversario 25, ¿qué esperaría que hubieran logrado ya como empresa cuando alcancen ese aniversario?
— Nuestra perspectiva ha sido de crecimiento a pasos agigantados. Somos bien temerarios siempre buscando cumplir a nuestros clientes y por eso logramos crecer. Tenemos clientes, por ejemplo, en el sector bodegas que nos compran en uno y otro proyecto. Vuelven a apostar en nosotros.
Nosotros le seguimos apostando al crecimiento y a la economía nacional. Si ahora vamos a invertir más de US$80 millones, esperamos que en dos años, cuando cumplamos nuestro 25 aniversario, superemos los US$100 millones de inversiones.
