La Unidad de Movilidad del Área Metropolitana del Vallé de Aburrá en Antioquia, Colombia, apostó desde varios años atrás a la construcción de un plan metropolitano de la bicicleta con miras al 2030. El propósito es convertir a las bicicletas como el medio de transporte por excelencia, al promover su uso y facilitar a la calidad del aire y a una mejor movilidad en la ciudad.

La movilidad en bicicleta es hoy en día por excelencia el transporte ideal dentro del casco urbano del Valle de Aburrá (que tiene a Medellín como la ciudad núcleo), por lo que se promueve el uso y la utilización de todos los espacios adecuados como las ciclorutas. Incluso su «sueño de dos ruedas» se fortaleció para evitar la propagación del covid-19.

Johann Wachter, director técnico de la Secretaría de Movilidad de Medellín, participó en el webinar «Medellín: Ciudad Ejemplo de Movilidad en Latinoamérica», organizado por República Inmobiliaria, con el apoyo de Cementos Progreso, Mixto Listo y FERCO.

Webinar de República Inmobiliaria realizado con el apoyo de Cementos Progreso, Mixto Listo y FERCO.

La concepción inicial

Wachter indicó que la movilidad no siempre fue gestionada de manera eficiente en Medellín, capital del departamento de Antioquia, ya que históricamente tuvo grandes dificultades. El sistema masivo de transporte en el municipio colombiano se estructuró a lo largo de unos 20 a 30 años, pero que mientas se implementaba la ciudad «vivía un caos».

Pese a las adversidades pudo incorporar un sistema de movilidad, y un punto inicial fue un instrumento de ordenamiento territorial: el Plan de Ordenamiento Territorial (POT). «Es a partir de ahí, principalmente en el sub sistema de movilidad, que se piensa la movilidad de manera diferente», indicó Johann Wachter, director técnico de la Secretaría de Movilidad.

El sistema de movilidad de Medellín se basa en la pirámide de la movilidad sostenible.

El concepto que se adoptó fue el de la «Pirámide de la Movilidad Sostenible«, que  lo que pretende es colocar a los peatones y ciclistas en la parte superior. A partir de ahí, se le brinda atención al transporte público, transporte de carga y las motos y automóviles particulares.

Pese a la impresión que puede dar la gráfica, no significa que los autos en la parte inferior (los particulares) sean «satanizados» o excluidos de la ciudad. «Yo lo interpreto en que debe existir un círculo virtuoso entre todos los modelos de transporte que hacen parte del sistema de movilidad», indicó Wachter.

¿Qué hizo Medellín?

Para promover el uso de las bicicletas la ciudad de Medellín realizó un diagnóstico social, urbano y de movilidad. Había que hacer una gestión para que los viajes en dos ruedas fueran amenos para los usuarios. Al diagnóstico se sumó un diseño del espacio público, vial, de señalización y semaforización particular para la bicicleta.

Los objetivos para lograr los resultados se basaron en tres principios fundamentales:

  • Proximidad
  • Densidad
  • Accesibilidad
Metroplús es un sistema de autobús de tránsito rápido que sirve a la ciudad de Medellín y al Valle de Aburrá en Antioquia, Colombia.

Según Wachter, esta tríada tiene una relación directa con el urbanismo.  Se busca que a través de ellos se genere conectividad, sección vial, uso del suelo, confort y percepción de seguridad. «No construir solo por generar infraestructura para la bicicleta, en medio de la nada. Desde el principio se buscó generar conectividad y que estas rutas conectaran con el sistema masivo».

En Medellín existe el Sistema de Bicicleta Públicas EnCicla que inició en 2011 con 10 estaciones y 125 bicicletas. El último dato oficial indica que para 2019, la cifra se elevó a 65 estaciones (22 manuales y 43 automáticas) y 1 mil 700 bicicletas.

EnCicla es parte de un sistema de movilidad multimodal de la ciudad que incluye una red de rutas para bicicletas, estaciones de Metro, estaciones de Tranvía, estaciones de Metroplús, rutas y paraderos de buses. «Se buscó conectar la ciudad con viajes que permite la integración del sistema, a partir de los diferentes modalidades», señaló el experto.

Negociaciones creativas

Alternativas para un mejor desplazamiento de los ciclistas en la nueva normalidad por el covid-19.

En el marco del covid-19, la ciudadanía en Medellín se manifestó en favor del uso de las bicicletas. No solo resaltando el aporte ambiental, sino también muy coherente con el hecho de cumplir con el distanciamiento social. Finalmente, eso llevó a que hubiera una incidencia en la movilidad de la ciudad.

Hubo una negociación creativa del espacio público en medio de la pandemia en donde se repensaron los desplazamientos en las nuevas condiciones: se desarrollaron 8.4 km de ciclo infraestructura temporal por la situación del covid-19.

«Hay 3 mil 043 km de malla vial (90 km de ciclorrutas, son el 3% de la malla vial) en la ciudad de Medellín»

Además, se habilitaron carriles compartidos con un uso mixto de la vía en donde si bien hay vehículos motorizados, la prioridad es el ciclista. De igual forma, se habilitaron ciclovías temporales (uso exclusivo en dos vías) y bicicarriles compartidos (vía compartida pero señalizada).

«Fueron tres grandes alternativas que se empezaron a desarrollar con una estrategia de comunicación digital que permitió conectar a muchos actores de la sociedad, ya sea a los que ya habían sido cautivados antes como a los que nunca se habían tomado una bicicleta para transportarse», indicó Wachter.

Resultados

Como resultado de una ciclovía temporal, en la Avenida San Juan, del 100% de viajes, el 10% lo realizaron mujeres. Hubo un incremento del 126% de viajes de mujeres en bicicleta desde el inicio de la operación de la ciclovía temporal. Se contabilizaron 9 mil 424 usuarias que transitaron por el corredor desde que inició la operación. Asimismo, hubo 131 mil 619 usuarios totales que utilizaron el espacio desde su habilitación, lo que significó un incremento del 21.2%.

En el caso de un bicicarril en la ruta Carrera 76, se registraron 45 mil 527 usuarios que transitaron por el corredor desde que se habilitó el 29 de abril pasado. Un 30.4% de los viajes los realizaron mujeres. Este bicicarril conecta desde la quebrada La Picacha hasta la Calle 33, tiene una longitud aproximada de 0.4 km.

«En la cifra general tenemos que más de 328 mil 600 personas han usado las ciclovías y bici carriles temporales en la ciudad de Medellín«, indicó el director técnico de la Secretaría de Movilidad al señalar que con los datos obtenidos tienen la posibilidad de planificar a futuro la extensión y la mayor densificación de las redes de ciclorrutas.

«Las dinámicas de movilidad en la ciudad han cambiado y estas condiciones de la pandemia nos hacen responder eso. Empiezan a salir alternativas para gestionar el futuro de movilidad, que como ya dije, puede ser la misma desmovilidad. Esa puede ser una de las alternativas», concluyó el experto colombiano.

Aquí puedes ver el webinar completo:

También puedes leer en República Inmobiliaria:

Hoteles híbridos para reactivar el mercado hotelero urbano

Temas relacionados

Suscríbete a nuestro newsletter

Síguenos en nuestras redes sociales

Reciente