La Organización Mundial de la Salud (OMS) trasladó su apoyo a los proyectos de “ciudades de 15 minutos” y solicitó se aumenten las inversiones en desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público, al considerarlos “intrínsecamente sanos y sostenibles”.
“Los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público —cuando son seguros— pueden contribuir a que las personas gocen de buena salud, las ciudades sean sostenibles y las sociedades equitativas”, resaltó Etienne Krug, director del Departamento de Determinantes Sociales de la Salud de la OMS.
El organismo sanitario internacional destacó que los desplazamientos a pie y bicicleta pueden repercutir favorablemente en la salud y el medioambiente. Las personas pueden evitar enfermedades como el cáncer y la diabetes, respirar aire limpio y cosechar los frutos de la actividad física, indicó.

“Unas infraestructuras de transporte público seguras y eficientes pueden facilitar un mayor acceso a la sanidad, el empleo, la educación y otros servicios y fomentar la inversión”, insistió.
Suscríbete a

Así, han celebrado que, tras la pandemia de covid-19, los países y ciudades de todo el mundo hayan aprovechado este momento para “replantearse la movilidad”.
“Un mundo que sale de la pandemia no ofrece mejor momento para que los gobiernos y sus socios se replanteen el transporte por carretera y la movilidad”, señaló el director general de la OMS en Europa, Hans Henri P. Kluge.
Más carreteras es igual a más autos
En este punto, la OMS ha puesto como ejemplo a París (Francia), que, gracias al concepto de ciudad de los 15 minutos, construyó más de 1.000 km nuevos de ciclovías y 169 calles escolares peatonales.
En contraposición a este nuevo concepto de ciudad, la OMS criticó el actual modelo basado en la “expansión” de las carreteras, que a su juicio es “insostenible”.
“Está bien documentado que más carreteras con más carriles equivalen a más autos”, comentó el máximo representante de la OMS en Europa.

En su opinión, el actual modelo “contribuye a la congestión del tráfico, a los largos desplazamientos, al trabajo y al estrés asociado, así como a la mala calidad del aire, el ruido y las emisiones de gases de efecto invernadero”.
En cambio, Kluge sostuvo que un transporte y una movilidad “seguros, sostenibles y saludables” pueden contribuir a impulsar un cambio social positivo en muchos ámbitos de la sociedad.
Así, indicó que fomentar el transporte público, los desplazamientos a pie y en bicicleta puede contribuir a promover sociedades más equitativas.
“Las calles habitables son el corazón de toda comunidad. Debemos aprovechar colectivamente este momento para repensar —y rehacer— la movilidad, por el bienestar de las personas y del planeta, ahora y para las generaciones futuras”, enfatizó.