El acceso a vivienda es un problema universal. Cada vez son más las familias que no tienen acceso a un lugar digno para vivir. Es por eso que el Foro Mundial Urbano, realizó un debate para conocer las posibles soluciones.
Garantizar el acceso a una vivienda digna, que los ciudadanos puedan obtener una hipoteca, es una situación con la que todos los países deben lidiar.
En muchos países han logrado encontrar soluciones para poder reducir el déficit habitacional que existe. ¿Viviendas sociales? ¿Regulación estatal? ¿Rehabilitación o nueva construcción?
¿Cuál es la receta secreta?
El Foro Urbano Mundial reunió a ministros, economistas, urbanistas, bancos y sector privado la semana pasada en su décima sesión, en la ciudad árabe de Abu Dhabi, para que cada uno aportara su conocimiento.
Doris Andoni, directora de la agencia nacional de vivienda albanesa, señaló que se deben hacer que las casas sean asequibles, es la «madre del cordero para todos los gobiernos».
«En el camino nos olvidamos de otros aspectos como construirlas acordes a un modo de vida, que sean accesibles y que sea adecuado y necesario realizar esa promoción», añadió.
«¿Qué hacer cuando los precios suben tanto que los vecinos que han vivido en un barrio no se lo pueden permitir?», cuestiona Mourad Limam, de la consultora McKinsey.
Tras advertir que sus conclusiones pueden ser polémicas, menciona los llamados minipisos.»Estos apartamentos están diseñados para un grupo concreto de gente. Estudiantes o empleados jóvenes que aceptan este tipo de vida a cambio de vivir en el centro», dijo.
«La cuestión aquí es: ¿Cuál es la residencia adecuada para cada circunstancia? En diferentes edades, tienes diferentes necesidades. Es algo más difícil que decir: este es el estándar de vivienda único», expresó.
Más regulación, menos corrupción
Andoni describió el panorama de su país, Albania, en el que después de un control total por parte del Gobierno central todos empezaron hacer lo que querían sin reglas.
«Comenzaron a surgir asentamientos por todo el país sin un orden. Pero por otro lado, eso sirve para tener una idea de lo que quería la gente: Construyeron donde quisieron, allí donde su comunidad estaba asentada».
Con los años, se diseñó una regulación moderna y estándares que había que respetar. «Cuando llegué a la agencia encargué a mi equipo que analizara por qué se tardaba tanto en conceder permisos de construcción«, comentó.
El resultado fue claro: Burocracia. «Y la burocracia lleva a la corrupción», resaltó. Albania puso en marcha la digitalización del papeleo y junto en un único portal todos los trámites.
«Se ha reducido el tiempo necesario, pero todavía no todo lo que quisiéramos», reconoció Andoni.
Vivienda como prioridad
Por otro lado, Andoni explicó por qué no existe vivienda social en el este de Europa: «El principal factor es que no se ve como algo de interés público. Tener una casa sigue considerándose como algo individual».
Si algo ha quedado claro de la experiencia, es que la construcción sin planificación solo conduce al desastre. Este fue el caso de México al que le hacen faltan 9.4 millones de casas.
«Hemos visto muchas veces cómo se han desarrollado promociones en medio de la nada, lo cual es absurdo», indica Jorge Jileta, del Ministerio de Vivienda.
Gerry Muscat, jefe de desarrollo urbano del Banco Europeo de Inversiones, apunta que su institución vigila mucho la idoneidad de la localización cuando les proponen un nuevo proyecto.
«La planificación urbana es fundamental, favorecemos las propuestas que incluyen aprovechar servicios ya existentes, porque hemos visto en muchas ocasiones que luego es muy difícil implantarlos de cero», subraya.
El organismo ha concedido préstamos por valor de US$108 millardos en los últimos siete años para «vivienda asequible». «Nuestro foco ahora es apoyar la construcción de casas de alquiler», señaló.
Joaquim Oliviera, experto de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, apunta que los 36 países que componen la institución, los más ricos del mundo, solo el 4% del stock inmobiliario es vivienda social.
Oliviera concluye: «Cuando no garantizas el acceso a la vivienda digna, cualquier otra medida social que quieras poner en marcha fracasa».
* Con información de: ElPaís.