Qué debemos reformar en función de la antigüedad de la vivienda

Muchas veces desconocemos cuáles son las partes de la vivienda que necesitan ser revisadas y cuáles pueden requerir una “manita de gato”.
Muchos apuestan por invertir en viviendas antiguas y así reformarlas. Foto: Alex Quezada/Unsplash

En Guatemala se tiene un parque inmobiliario que, en gran parte, tiene entre 30 a 50 años, lo que puede considerarse como antiguo, si pensamos en los aspectos de la vivienda.

El precio de la obra nueva y otros factores para nuevas construcciones propician que muchos apuesten por invertir en viviendas antiguas y así reformarlas.

Sin embargo, muchas veces desconocemos cuáles son las partes de la vivienda que necesitan ser revisadas y cuáles pueden requerir una “manita de gato”.

Habitissimo, ofrecen algunas claves para saber que debemos reformar o actualizar en función de la antigüedad de la vivienda para ganar en seguridad, confort y mejorar su eficiencia energética.

Si bien muchos de sus consejos que comparten los expertos de Habitissimo son para el mercado inmobiliario español, mucho de lo que comparten puede ser fácilmente aplicado en Guatemala.

Electricidad

Así, en primer lugar, los expertos inciden en la importancia que la instalación eléctrica tiene en la vivienda. “Si es antigua y no ha pasado las revisiones oportunas, puede ocasionarnos serios problemas”, explican.

“Si nuestra vivienda es de la década de los sesenta, la electricidad tiene que ser una de nuestras prioridades”, añaden.

Los problemas eléctricos a los que no podemos acceder en una vivienda antigua son los sistemas inadecuados y sobrecargados.

Recordemos que los recubrimientos de paredes y techo esconden cableados inseguros, ampliaciones de circuitos eléctricos o reparaciones mal hechas.

“Incluso se pueden encontrar viviendas con una falta de instalación a tierra, con las consecuencias que esto puede tener para el funcionamiento y la seguridad de la electricidad”, explican los expertos.

Fontanería

Por otro lado, la fontanería también es otro de los puntos importantes a valorar si vamos a reformar una vivienda.

Hasta casi finales de la década de los setenta, las instalaciones se hacían con tuberías de plomo, algo impensable actualmente dada su composición tóxica.

En la década de los ochenta se empezaron a utilizar otros materiales como hierro o cobre y actualmente las tuberías que se recomiendan son las multicapa.

Si vamos a decidirnos a hacer una reforma, las tuberías han de ser de nuestras prioridades.

“Podemos aprovechar estos cambios, para sustituir bañeras antiguas por duchas o actualizar la cocina y dar a nuestra vivienda un toque más actual”, aconsejan.

Ventanas y suelos

Si dejamos de lado las intervenciones fundamentales, a la hora de garantizar nuestra seguridad, debemos ocuparnos en segundo lugar de las ventanas y los suelos de la casa.

Unas buenas ventanas, sin fisuras ni filtraciones y que sean capaces de aislar bien la vivienda, nos ofrecerán un mayor confort y mejorarán la eficiencia en cuanto a calefacción y aire acondicionado.

“Si nuestra vivienda es de los ochenta, seguramente nuestras ventanas sean de PVC, pues tienen una vida útil de unos cuarenta años. Ahora sería, por tanto, un buen momento para hacer una buena revisión. Si es conveniente, cambiarlas”, explican.

Con información de: Idealista/News

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