Tras el periodo de hibernación y las restricciones a la actividad realizada para combatir la pandemia, el sector inmobiliario aprecia una cierta recuperación de la demanda. La misma podría acentuarse en el segundo semestre de 2021 y estabilizar los precios.
Pero para ello, es necesario que la evolución de la situación epidemiológica sea positiva y que contagie a la economía, según expertos consultados por EFE.
CBRE estima que España podría cerrar el 2020 con un descenso en las transacciones totales de vivienda, entre un 30% y 35% respecto al año anterior. Supondría 400 mil viviendas vendidas, mientras que para 2021 se espera una “ligera recuperación”, con un incremento del 20% (475 mil viviendas).
La Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) advierte que la incertidumbre económica hará que los compradores sean “prudentes y cautelosos”, alargando tiempos de venta e influir en los precios.
“Si la efectividad de la vacuna no se materializa y se alarga la crisis, los propietarios serán más proclives a realizar ajustes”, explica José María Alfaro, coordinador general de la FAI.
Precios más ajustados
Sin embargo, esos posibles reajustes no serán iguales ni en todas las plazas ni en todo tipo de producto.
Los expertos coinciden en que el precio de la vivienda usada es más susceptible de experimentar bajadas. La razón es que está más influida por la situación económica y laboral. Además, muchos propietarios podrían verse obligados a vender sus viviendas a precios más ajustados para hacer frente a la hipoteca.
En CBRE esperan un aumento de los precios de casi un 1% en 2021, después de experimentar caídas de entre el 2 y el 4%.
“Los ajustes en vivienda nueva serán testimoniales y en mercados orientados a la segunda residencia. El ajuste en la segunda mano será consecuencia del deterioro del mercado laboral y una mayor oferta”, explica Samuel Población, director nacional de Residencial y Suelo de CBRE.
Caída en la demanda extranjera
La información más actualizada del Consejo General del Notariado refleja un descenso medio del 37.4% interanual en la compraventa de vivienda por parte de compradores extranjeros en el primer semestre del 2020.
Los datos reflejan el impacto que han tenido las restricciones para viajar entre países y la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia en el mercado inmobiliario español.
“En 2021 la incertidumbre seguirá presente en la actividad de este colectivo. Esta ralentización de las transacciones podría mantenerse mientras sigan las restricciones”, advierten.
Menos producción de vivienda
Según el informe ‘El sector residencial en España’, elaborado por la consultora Colliers, la producción de vivienda se verá afectada por el endurecimiento de las condiciones de financiación de nuevos proyectos.
En 2021, se podría ver una reducción de la actividad de viviendas iniciadas del 30% respecto a 2019 con una producción de unas 70 mil viviendas al año, lo que supone retroceder a niveles de 2016, según esta fuente.
Desde CBRE, Samuel Población explica que, tras la sobreoferta que se produjo en el anterior ciclo, las entidades financieras “han aprendido la lección”. «Ya no otorgan financiación sin un porcentaje mínimo de reservas», comenta.
“Las promociones iniciadas antes de la llegada del covid-19 siguieron su curso por el elevado número de preventas realizadas y exigidas para la financiación y viabilidad del proyecto. Sin embargo, la mayoría de los proyectos cuyos lanzamientos estaban previstos a partir de marzo 2020, fueron aplazados a 2021”, resalta.
En este sentido, los expertos creen que las transacciones de viviendas nuevas en ningún caso llegarán a igualar o superar el número de transacciones de viviendas de segunda mano, como llegó a ocurrir en el auge inmobiliario.
Según CBRE, la demanda de obra nueva representará entre el 10 y el 12% de las compraventas en 2021.
Cubrir nuevas necesidades
Entre los principales cambios en el sector inmobiliario y que se mantendrán en 2021 es la preferencia por los inmuebles con espacios amplios y exteriores, luminosidad, o estancias extra para teletrabajar.
Según Instituto de Valoraciones, “hay un mayor interés por la obra nueva y las viviendas unifamiliares en los extrarradios de las grandes ciudades”. Es en esos sitios donde los inmuebles suelen cumplir en mayor medida con las nuevas demandas.
Prueba de esta tendencia es que, en el tercer trimestre de 2020, la compraventa de viviendas unifamiliares ocupó un 20.43% del total de transacciones. La cifra marcó el máximo de la serie histórica, según el Colegio de Registradores de la Propiedad, Bienes Muebles y Mercantiles de España.
“En esta pandemia, el consumidor ha hecho una evaluación de su vivienda por primera vez. Ha analizado sus necesidades. Valora lo que tiene y lo que falta. Ha resaltado la luz, el confort, las terrazas, los espacios cada vez más polivalentes y la calidad”, sostiene el presidente de Caledonian, Enrique López Granados.
José María Alfaro destaca que el factor localización a la hora de la decisión de compra “bajó en importancia” frente al tamaño, luminosidad, terrazas. “Esa tendencia también marcará las nuevas construcciones de viviendas de futuro”, explica el coordinador general de FAI.
Fuente: EFE
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