Las tendencias de construcción de vivienda cambiaron en las zonas urbanas de Guatemala. La vivienda vertical vio un aumento en su demanda, al punto que más de la mitad de las licencias de construcción aprobadas eran para edificios de apartamentos.
Los proyectos de vivienda vertical cobraron auge a partir de 2015 y desde entonces se han mantenido como uno de los preferidos entre los compradores. ¿Será está una tendencia que se mantendrá durante el 2020?
En opinión de expertos, la tendencia continuará con alta popularidad y mantendrá cifras similares al 2019. Según la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (Anacovi), la vivienda vertical creció 28% durante el primer cuatrimestre del año pasado.

Pero, ¿qué más datos demuestran la notoriedad de la vivienda vertical? La Municipalidad de Guatemala indica que entre enero y mayo del 2019 se autorizaron 1.1 millones de metros cuadrados de construcción para proyectos de torres de apartamentos.
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Para mediados de 2019, la Anacovi contabilizó 23 proyectos de vivienda vertical que iniciaban su construcción en las zonas 2, 4, 6, 11, 12 y 18 capitalinas y municipios aledaños a la ciudad como Mixco o Villa Nueva.
¿Qué dicen los expertos?
Juan Carlos Salazar, director de URBOP, consideró que la vivienda vertical es resultado de la elección de ubicaciones, y no del deseo de vivir en edificios. “Las personas quieren ciertas ubicaciones donde ya es casi imposible comprar una casa».
Otra de las causas principales es que las personas están buscando tener una mejor calidad de vida, por lo que buscan vivir cerca de sus trabajos y centros de estudios para evitar atascos.
«La opción de comprar una casa fuera de la ciudad se ha vuelto imposible por el tráfico», señaló Salazar al indicar que en el futuro también se verán más proyectos que incluyan vivienda y comercio en el mismo edificio.

«Vamos a ver mucho más uso mixto, en donde las personas caminen hacia los destinos que son cortos, mucho más uso de barrio y opciones de movilidad«, concluyó.
Maria José Nichols, presidente de la Gremial de Profesionales Inmobiliarios (GPI), comentó que la tendencia de la vivienda vertical responde al déficit de vivienda y la demanda de vivir lo más cerca al trabajo y zonas urbanas.
«Un actor importante es la tierra. No contamos con tierra infinita y la solución sigue siendo el tema de la construcción vertical», expresó Nichols.
Tendencias
Si bien la vivienda vertical aparece en el panorama como principal protagonista se espera que en el horizonte aparezcan más opciones para las personas que buscan un lugar en donde vivir.
A diferencia de Salazar, quien considera el mercado tendrá proyectos sin un «factor diferenciador fuerte», Nichols resaltó el caso de la Torre Manatí, cuya principal característica es ser una «vivienda de lujo» en el departamento de Izabal.
«Va a ser uno de los proyectos más innovadores de este año y luego estarán los proyectos que logren ser de uso mixto real, vivienda comercio o comercio y oficinas, que es el más tradicional”, concluye Nichols.
Este año se esperan proyectos que se perfilan no solo como verdes y sostenibles, sino también apostarán por el bienestar y calidad de vida de las personas, aliniándose a las demandas del mercado inmobiliario.
Para Hugo Bosque, presidente de la Anacovi, todo apunta a que el 2020 será «positivo» y que se verán nuevas innovaciones en proyectos que se sumarán a la oferta inmobiliaria.
«El sector construcción si repuntó durante todo el año por lo que esperamos que siga estable, como fue durante el 2019″, indicó Bosque sobre las expectativas para el sector inmobiliario para este año.
“Los proyectos innovadores en 2020 serán los que apuesten por la calidad de vida y el bienestar”
María José Nichols, presidente de la GPI.