Antes de iniciar en esta fascinante profesión de los Bienes Raíces, quisiera proponerles lo que para este servidor son tres de las claves que van a asegurar en buena medida el logro de los objetivos que cada uno se plantee.
Por favor, no lo tomen como la fórmula infalible para el éxito ni como la guía para hacer que el universo confabule en nuestro favor, no, si no hay esfuerzo, sudor, salir de zona de confort e incomodidad, no sirve, solo es otra forma de ser uno más.
Estos son tres consejos aplicados al mundo del corretaje inmobiliario de los cuales espero tomen para su vida, por lo menos uno.
Primero: Autoridad en el tema
La información es poder, pero más que poder, la información permite tener autoridad sobre un tema.
En la medida en que se investiga sobre un tema y se profundice, en esa medida una persona será capaz de conversar sobre ese tema y hasta asesorar a otra persona.
La información recabada, cotejada y compartida con colegas va preparando y permite hablar con tranquilidad, expresar en términos sencillos y claros el punto que se quiere transmitir. Esto es hablar con autoridad y esto infunde certeza y paz a quien se está asesorando.
Una venta se cierra cuando se encuentra la solución a una necesidad y, al mismo tiempo, el asesor logra desvanecer los miedos que vienen incluidos en la toma de decisión sobre la solución propuesta. Por tanto, no solo se debe contar con los datos técnicos de una propiedad, sino también del conocimiento pleno de los temas añadidos que conllevan la compra o renta de dicha propiedad.
Justamente es este punto, la autoridad sobre la que puede descansar una decisión, el que va a lograr cerrar negocios sin siquiera haber entrado en un proceso de venta per se. Es vender sin estar vendiendo.
Hay un sinfín de temas, sin embargo, en el día a día, son relativamente pocos los que intervienen en una inversión de venta o renta.
Mi consejo es ir abarcando cada vez más y más temas conforme se vaya avanzando en la profesión. Las reuniones de networking sirven mucho para esto, no solo es para intercambiar propiedades, sino también para consultar sobre temas de los que no se conoce mucho y también compartir sobre los temas en los que estoy creciendo.
Segundo: Balance
Tener claro a dónde quiero llegar, pero también a dónde no quiero llegar. Esta recomendación seguramente la hemos escuchado y leído muchas veces, sin embargo, nunca se es muy tarde para hacerlo, aunque hay que tomar en cuenta que las probabilidades de lograr objetivos altos se van reduciendo con el tiempo, por lo que entre antes se haga, mucho mejor.
La profesión de corredor inmobiliario proporciona una buena ventaja y es que cada persona maneja y hace su agenda diaria, por lo que hacer un balance dentro de las cinco principales áreas de todo ser humano es muy importante. Estas cinco áreas son: familiar, salud, financiera, social y espiritual.
Saber qué quiero ser y qué no quiero ser en cada una de esas cinco áreas va a definir el qué y por qué de cada una de mis acciones.
El área financiera, en la que podemos incluir el ser corredor inmobiliario, es solamente una de las cinco. Tener éxito financiero producto de una gran carrera como corredor no garantiza que el área de salud también sea un éxito, o que el área familiar también corra la misma suerte. Es más, si la balanza de cinco lados está muy inclinada hacia una de las áreas, forzosamente otra área está siendo fuertemente afectada y esto tendrá consecuencias irreversibles en el largo plazo.
Es de suma importancia detenerse, tomarse un café en soledad y pensar en cada una de nuestras cinco áreas y partir de allí para que cada acción tenga un significado. Solamente partiendo de nuestro interior y dándole un porqué a nuestro actuar es como vamos a encontrar la motivación real.
Ningún coach ni motivador va a ser mejor que mi compromiso interior hacia un objetivo que realmente me interesa, y, cuando se trata, de nuestra propia vida y trascendencia, mucho más.
Tercero: disciplina
Sí, probablemente esta debió haber estado como el primero de los consejos, pero quise dejarlo para el último. No porque sea menos importante, sino porque la disciplina es la que logra cerrar círculos.
También permite llegar a los objetivos que previamente nos planteamos, ya sea este de especialización en un área del corretaje en la que hemos decidido ser expertos. Por ende, voy a hablar con autoridad, o bien sea en los objetivos de cada una de las cinco áreas que se plantearon en el segundo consejo.
La disciplina es hacer eso que decidí hacer aunque no tenga ganas de hacerlo y no solo eso, es hacerlo como que si me encantara hacerlo. Esto va a ir definiendo con el tiempo quién es quién, si se es dueño de la vida o si la vida le pasó encima y pasó por este mundo sin pena ni gloria.
Se ha escrito y hablado más de la disciplina y hay libros de autoayuda para lograrla. Sin embargo, todo está escrito en nuestra conciencia y en el fondo de nuestro corazón sabemos exactamente lo que hay que hacer. A veces lo que se necesita es el coraje para vernos a los ojos en un espejo y decidirse de una buena vez a hacerse cargo de eso que no queremos enfrentar.
Les quiero compartir por último un libro que explica, por medio de una autobiografía, cómo cada uno puede lograr todo lo que uno se propone y cómo las excusas son y existen en nuestra mente acomodada. Se titula “Can’t Hurt Me” y está escrito por David Goggins. Librazo, no se lo pierdan.